En medio tienen apostados un ejercito de francotiradores para abatir con disparos de difamación a sus principales líderes: la corrupción de Iglesias y Monedero por realizar trabajos universitarios de asesoramiento a un gobierno y cobrarlos, la “explotación” a la que someten a los “trabajadores” de la TuerKa (aunque sean colaboradores de un proyecto voluntario sin lucro), la mentalidad antipolicial de Monedero que acusa a la policía de traficar con droga (análisis y explicación universitaria de los argumentos que utilizaba ETA y su entorno en los años 80 para asesinar “camellos” y algunos policías que supuestamente pasaban la droga para alienar a la juventud), o la imperdonable insensatez de Pablo Iglesias que aparece en una foto en el coche con el móvil en la mano. Desde la misma frontera el PSOE ejerce dos tácticas aparentemente contradictorias: ataques furibundos de “populista” comparandolo con el neofascismo o neocomunismo (Felipe Gonzalez y Guerra) y comprensión y necesidad de acuerdos como “izquierda” para acabar con el PP, unico responsable. Del otro lado conocidos personajes de izquierdas critican la falta de ortodoxia izquierdista clásica y la “indefinición” sobre algunos temas. Alguno va más allá y lo define como derecha pura. Y por si fuera poco, dentro de los propios círculos, por aquello de ser asambleas abiertas y de la llegada mucha gente que ha sido cercana a otros partidos políticos, se producen discusiones sobre prejuicios y distintos aspectos “ideológicos”, que la “buena prensa” no tarda en airear e interpretar como premonición de rupturas internas. Pero a pesar de todo, y por todo ello, PODEMOS sigue siendo el centro del debate político de este país y el referente de muchas formaciones y colectivos sociales en Europa. Y creo que tiene el éxito asegurado siempre que se den estas condiciones:
En cualquier caso, el “fenómeno Podemos” ya ha servido para remover la conciencia dormida de muchas personas, que empiezan a informarse más y mejor y a implicarse cada vez más en resolver su situación y la de sus familiares y vecinos. Y sobre todo está creando en la mayoría, frente a la sensación de impotencia individual, la “certeza” colectiva de que puesto que somos muchos más, actuando juntos SE PUEDE. José A. Naz Valverde es miembro del Colectivo Prometeo y el Frente Cívico. Fuente: Colectivo Prometeo |
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El Mundo contra PODEMOS
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