El Gobierno que preside Mariano Rajoy no tiene la más mínima intención de convocar un referéndum para que los ciudadanos españoles se pronunciensobre la forma de Estado, entre la monarquía o la república. Si alguien tenía alguna duda la vicepresidenta del Ejecutivo, Soraya Sáenz de Santamaría, lo ratificó este miércoles en la sesión matinal de este miércoles en el Congreso de los Diputados.
El diputado del grupo de La Izquierda Plural, Alberto Garzón, interpeló al Gobierno para que convoque un referéndum y que el pueblo español "se pronuncie en unos pocos días" entre monarquía o república. Sus razonamientos, escuetos y contundentes: "Vivimos en una democracia limitada. La monarquía en este país ha sido y es corrupción, ha sido el caso Urdangarín y los paraísos fiscales, mientras que las garantías constitucionales están vacías", dijo Garzón.
Frente a esa situación, en opinión del diputado Garzón "la república es la respuesta desde debajo de los trabajadores. La república es emancipación frente al rey, el banquero, el paro, la pobreza. No hay excusa para que este Gobierno no convoque un referéndum para que el pueblo se pronuncie", añadió el parlamentario de La Izquierda Plural, que terminó su primera intervención con una expresión clásica dirigida a la vicepresidenta: "Salud y república".
Sáenz de Santamaría subió a la tribuna con el gesto torcido y un tanto mal encarada: "De salud ando muy bien, gracias", dijo en tono grave nada más tomar la palabra. Ya apuntaba maneras. "No sé si es usted consciente de la gravedad de lo que está pidiendo. Le está pidiendo a un Gobierno un referéndum para incumplir la Constitución. ¡Ojo!, señor Garzón", clamó a continuación sin abandonar el tono solemne con el que inició su discurso.
La vicepresidenta sostuvo en todo momento que su interpelante y su grupo parlamentario "pueden defender el modelo de estado que quieran, pero sin incumplir la legalidad que marca la Constitución.Puede pedir usted el cambio, claro que sí. Otra cosa es la forma en la que lo hace. Aquí puede hablarse de todo y votarse con una sola limitación: cumplir las normas para cambiar la Constitución", insistió como argumento central de su contestación.
En otro momento de su relato la número dos del Gobierno echó mano del diario de sesiones de la cámara para tomar los argumentos expuestos en los debates para elaborar la Constitución por parte de Jordi Solé i Turá , uno de los "padres" de la Carta Magna en representación del Partido Comunista de España (PCE), en los que se mostraba a favor de los mecanismos para la reforma del texto constitucional.
El parlamentario de La Izquierda Plural le respondió con desparpajo, pero sin añadir nuevos argumentos: "No sé a quién viene a dar miedo —dijo—. Parte de una premisa falsa, la de la ilegalidad, cuando la Constitución permite en su artículo 92 la convocatoria por parte del Gobierno de referéndum para asuntos relevantes. Supongo que lo hace para facilitarle la demagogia", recalcó Garzón.
El punto más intenso del debate fue cuando Garzón le planteó una pregunta sencilla, pero de calado: "No se esconda, lo que proponemos es legal; consultar al pueblo es lo normal. ¿Qué miedo tiene el Gobierno de preguntar al pueblo?".
La vicepresidenta, lejos de sentirse presionada, se permitió al final del debate aconsejar al diputado: "Ustedes se han presentado en dos ocasiones a unas elecciones con la república en el programa. Lo que tienen que hacer es convencer a los ciudadanos y a partir de ahí iniciar el proceso". Y para concluir volvió a utilizar argumentos de Solé i Turá para reprocharle que ha de conocer mejor la historia, "incluida la de su propio partido".
Este modelo de debate de las interpelaciones, también limitado en el tiempo, no da para más, aunque tendrá su prolongación en el pleno de la Cámara baja de la semana que viene. En ese momento la interpelación se transforma en una moción sobre la república que formulará La Izquierda Plural y que a su vez se debatirá y se votará. En ese momento podrán intervenir el resto de los grupos parlamentarios para fijar sus respectivas posiciones. Una sesión que, seguro, será más animada que la de este miércoles.
Fuente: Público