Rusia rechazó dar la espalda al Gobierno sirio a cambio de un gigantesco contrato armamentístico valorado en 15 mil millones de dólares, propuesto por Arabia Saudí, según fuentes diplomáticas.
La propuesta se planteó el pasado 31 de julio, durante un encuentro entre el presidente ruso, Vladimir Putin, y el jefe de los servicios de inteligencia de Arabia Saudí, Bandar bin Sultan, en el Kremlin.
"Riad está dispuesta a ayudar a Moscú a tener un rol más importante en Medio Oriente, en momentos en que Estados Unidos se retira de la región", añadió el príncipe saudí, quien se reúne cada dos años con sus homólogos rusos, pero esta vez quiso reunirse con el jefe de Estado, afirmó un diplomático europeo.
Riad, además, ha propuesto comprar a Moscú un gigantesco volumen de armas por valor de 15 mil millones de dólares e inversiones importantes en el país, si este gran aliado de Siria retira su apoyo a Damasco.
Por ahora, ninguno de los gobiernos ha realizado comentarios oficiales al respecto.
Un diplomático árabe con estrechos vínculos con Moscú explicó que durante la cita, Putin aseguró que no “cambiaría de estrategia a pesar de sus propuestas”.
"Bandar bin Sultan dijo entonces a Putin que la única solución en Siria sería militar y que hay que olvidarse de Ginebra, ya que la oposición no irá", sostuvo la fuente.
La reunión de Ginebra es un intento de Moscú y Washington para organizar una conferencia de paz internacional, pero por el momento no lo han logrado.
Para Alexandre Goltz, experto militar ruso del diario en línea Ejednevny Journal, también "este tipo de acuerdo parece muy poco probable", arguyendo que para el Kremlin el apoyo a Damasco es "un asunto de principios".
Según Andrei Soldatov, experto ruso de seguridad y dirigente del portal Agentura.ru., Rusia está consciente de la posición cada día más fuerte y estable de Al-Asad, y no busca traicionarle. Además, no se puede olvidar que " los saudíes (...) se demoran varios años en cumplir sus promesas".
Las relaciones Moscú-Riad cada vez se tensan más, debido a las posturas que mantiene cada uno respecto a la crisis siria; el primero apoya al Gobierno y el segundo a las pandillas armadas que operan contra el Ejecutivo sirio. Rusia ha acusado a Arabia Saudí de "financiar y armar a los terroristas y grupos extremistas" en Siria.
Desde marzo de 2011, Siria es escenario de disturbios y conspiraciones orquestadas desde el exterior cuyo objetivo es posibilitar una intervención extranjera en este país árabe y derrocar al Gobierno de Bashar al-Asad.
Hispan TV