Daniel Bernardino Pazó Vila nació el 19 de junio de 1914 en Nigrán, un municipio de la Comarca de Vigo, al sur de Pontevedra, bañado por las aguas del Atlántico.
De muy joven ya navega en barcos pesqueros de Bouzas (Vigo). El cuatro de septiembre de 1934, con 20 años de edad su vocación marinera le lleva a alistarse voluntariamente en la Armada Española. Es destinado a la Brigada de Instrucción, desde donde, terminado el periodo básico, es destinado al acorazado “Jaime I”, en el que embarca el 27 de octubre de 1934 como Marinero de 2ª Voluntario. En julio de 1936 consigue el grado de Artillero Provisional .
El 17 de julio de 1936 el “Jaime I” se encuentra en Santander, de vuelta de maniobras en las Islas Canarias. Tras conocer el Gobierno los planes de la oficialidad y en concreto de su comandante, por mensajes y cartas recibidas de la U.M.R.A. (Unión Militar Republicana Antifascista) y células del Frente Popular en el buque, decide sustituirlo por el de igual empleo Joaquin García del Valle, hombre de confianza del Gobierno, quien hasta entonces había sido Jefe de la 3ª Sección del Estado Mayor de la Armada. Ese mismo día, el Ministro de Marina ordena al jefe de la Base Naval de Ferrol que dispusiera la salida del acorazado de Santander a Vigo, donde rellenaría y esperaría órdenes. Una vez recibida esta el acorazado zarpa de Santander a las 11:45 horas del día 19. A las 14:00 horas fondeó en Vigo, Daniel Pazó iba a bordo.
El mismo día 19 se recibe en el “Jaime I” un telegrama del Ministro de Marina, ordenando su salida para Cádiz y que procediese a comunicar su situación cada cuatro horas. El día 20 a las tres de la madrugada el acorazado parte con rumbo a Cádiz. Aproximadamente a las 12 de la mañana la tripulación comienza los preparativos para evitar que el acorazado sea puesto al servicio de la Armada sublevada. El detonantes es el siguiente radio recibido desde Madrid:
“Camaradas Jaime I: todo el verdadero pueblo español está pendiente en estos momentos de la actitud de nuestra Flota. Ha llegado el momento de demostrar que los traidores no tienen lugar en nuestros barcos. Nunca he dudado de vuestro heroísmo y vuestra lealtad. Seguid el ejemplo del crucero Libertad cumpliendo vuestro deber. Viva la Libertad. Viva la Revolución. Mueran los traidores”
Más tarde, desde le “Jaime I” se emite la siguiente comunicación a Madrid:
“Situación a las 01:20 horas, cuadrícula 41º 2'N. 9º 7'. Jefes y Oficiales francos de servicio. Resistiendo Jefes y Oficiales de servicio en el puente. Rendidos violentamente resultó muerto Capitán de Corbeta y un Teniente de Navío. Heridos graves, un Teniente de navío, un Alférez de Navío, un Cabo de Artillería y dos marineros”
Daniel Pazó vivió desde allí vive los tensos momentos de la lucha de la tripulación para evitar que el acorazado fuese rendido a los golpistas, tal y como pretendía la oficialidad del buque. Finalmente la lealtad al Gobierno de los marinos republicanos del “Jaime I” se impone y el buque queda unido para siempre a la Flota Republicana. El "Jaime I" pone rumbo a Tánger siguiendo las órdenes del Gobierno de la República.
Durante los difíciles años de su niñez y adolescencia, Daniel solo tiene acceso a una educación menos que básica, las cuatro reglas de aquel entonces. Todo lo que consigue es gracias a su inteligencia natural, a base de voluntad, esfuerzo e ilusión. Desde que se instauró la II República en la Armada soplaban vientos favorables para aquellos que, como Daniel , procediendo de clases humildes, mediante el esfuerzo y el estudio querían acceder a especialidades y grados superiores. Era la primera batalla ganada contra el elitismo y abolengo histórico del Cuerpo General y su muy escasa valoración por las otras clases y cuerpos de la Armada. Vientos de libertad y justicia social que la gran mayoría de los integrantes del Cuerpo General amainaron con su colaboración en el golpe y sublevación de 1936, hasta calmarlo totalmente en 1939, situación que se prolongó durante toda la dictadura franquista y años posteriores.
El 11 de marzo de 1937 se pública una Convocatoria de Cursos para Cabos, Daniel se inscribe y es admitido. El curso da comienzo el uno de abril. Dicho curso se imparte a bordo del acorazado, lugar donde estaba ubicada provisionalmente la Escuela de Artillería de la Armada Republicana, dado que la Escuela Oficial, el Polígono de Tiro Naval Janer, estaba en poder de los sublevados.
La controvertida explosión interna del acorazado (17/06/1937) se produce mientras Daniel está a bordo realizando el curso y resulta herido. El 24 de julio de 1937, estando convaleciente en el Hospital de Marina de Cartagena, es ascendido a Cabo Provisional de Artillería de la Armada. Sale del Hospital el 10 de agosto y se reincorpora al curso. Cabe decir que en la Base de Cartagena solo había 17 plazas para Cabo Artillero, el resto de plazas se repartían entre las Fuerzas Navales del Cantábrico, Mahón y Madrid.
Daniel Pazó es examinado el 20 de noviembre de 1937, en el crucero “Miguel de Cervantes”. Sale aprobado. Ya es Cabo de Artillería de la Armada, de la Flota Republicana.
Semihundido el “Jaime I”, Daniel Pazó es destinado a Almería a finales de 1937, ciudad que Daniel ya conocía, al menos desde que el “Jaime I” atracó en su puerto en abril de 1937. Allí permaneció hasta finales de mayo cuando el acorazado tuvo que partir rumbo a Cartagena para reparar los daños que le ocasionaron, primero el bombardeo del 21 de mayo, alcanzado por tres bombas lanzadas desde cinco Savoia S-79 italianos y después, el 24 de mayo, por las bombas de varios hidroaviones AS-88.
En Almería es destinado a la Batería Antiaérea nº 2. Allí se encarga de los aspectos técnicos del montaje de parte de la artillería secundaria del “Jaime I”, piezas Vickers de 101/50. En Agosto de 1938 pasa destinado al Estado Mayor de la Flotilla de Vigilancia y Defensa Antisubmarina de Almería, donde permanece hasta acabada la guerra.
Desde Almería sufrió el abandono al que fue sometida la ciudad a finales de la guerra, las promesas incumplidas de ayuda, abandonada a su suerte, pero Daniel, como tantos otros leales a la República, resistió hasta el último momento. Almería tuvo que salvarse a si misma del dolor y la miseria. Franco nunca perdonó a la ciudad de Almería su fidelidad a la República. Cabe decir, para mayor gloria de los almerienses, (y de Daniel Pazó), que éstos nunca echaron de menos y jamás pretendieron el perdón del Dictador.
El uno de abril de 1939, acabada la guerra, Daniel Pazó Vila se presenta ante las autoridades franquistas de Almería e inmediatamente es detenido. Le quitan su documentación y todo lo que lleva de valor, le someten a una paliza y es ingresado en la Prisión Provincial. Desde allí, más tarde lo trasladan a la Cárcel del Ingenio en el barrio de Los Molinos de Almería (1), de allí a la prisión de Linares (Jaén) , desde donde es llevado al campo de concentración de Alcázar de San Juan (Ciudad Real), después a Madrid, a la Cárcel de Yeserías (2), desde donde después de 17 meses, el 18 de agosto de 1940, es trasladado la Prisión Naval de La Escollera, en Ferrol.
Por el solo hecho de haber formado parte de la tripulación del “Jaime I” es incluido en esa especie de “causa general” abierta contra la tripulación de acorazado (Causa 1189/39). La posibilidad de ser ejecutado es muy elevada, llegando incluso a estar en “capilla” para ser fusilado. Sentenciada la causa se le concede la libertad provisional y es enviado al Depósito del Arsenal de Ferrol, donde permanece hasta el 7 de noviembre de 1940, permitiéndosele desde esa fecha regresar a su domicilio. En total más de un año y ocho meses de prisión por el solo hecho de haber sido fiel a la República, a su juramento como militar....y a sus convicciones republicanas.
Fiel a su tesón se pone a la obra de rehacer su vida. Se dedica a la pesca, tras un breve paréntesis en la pesca de altura, pasa a la pesca de bajura en el puerto de Panxón, también a la recogida de algas, primero con una pequeña gamela y después como práctico local de pesca en los dos pesqueros de bajura que construyó él sólo, el "Pinta de Colón" y "El Desconocido".
Fruto de su experiencia y sus grandes dotes de observación, inventa una nasa plegable, después vino su más importante hallazgo: Los “Casulos”, bolsas para la carnada de las nasas para la pesca del pulpo, llega a hacer tres prototipos diferentes y patentar el tercero de ellos, patente que le es reconocida pero que finalmente no pudo registrar por carecer de los fondos económicos que le pedía el Gobierno. No obstante, su patente es utilizada y agradecida por aquellos a los que iba dirigida. El Club Marítimo Marisma da Ramallosa le dedica una emotiva exposición homenaje en reconocimiento de sus patentes.
Desde el mismo momento en que se produce la llegada de la democracia, Daniel se fija como objetivo conseguir el reconocimiento justo y merecido como marino de la República. El Real Decreto 43/78 y la Ley 35/80 y el Real Decreto 43/78 contienen sus armas para que le sean reconocidos grado y haberes pasivos. En diciembre de 1980 la Ayudantía Militar de Marina de Baiona le hace entrega de las Hojas de Servicio, donde se le reconocen todos los días prestados al servicio de la República. Sorprendentemente, poco antes del intento de golpe de estado del 23 de febrero de 1981, dichas hojas le son revocadas, expresando que el tiempo de guerra en “zona roja” no le es computado como servicio prestado en la Armada. ¿Influencia del golpe de estado en preparación?. Puede ser, sobre todo si tenemos en cuenta la extensión del intento de golpe por todo el territorio nacional. Informaciones no documentadas aseveran que en la tarde del 23-F, poco después de que el Tte.Coronel Tejero entrara en el Congreso, el ex-alcalde falangista de Nigrán y varios incondicionales hicieron una lista de todos los "rojos" de Nigrán, empezando por el en aquel momento Alcalde de Nigrán, de UCD (último ex-alcalde de la época de Franco), a causa de su tendencia "aperturista”.
Daniel no ceja en su empeño, pero en septiembre de 1983 le es denegada por el Ministerio de Hacienda su solicitud para acogerse a los beneficios de la Ley 35/80. Una nueva Ley sale en su apoyo, la 37/84 y en base a ella Daniel efectúa una nueva solicitud, también le es denegada el 27 de octubre de 1986. Daniel presenta una nueva solicitud, la cual al igual que las anteriores le es denegada con fecha del 18 de octubre de 1990. Ya han pasado 12 años desde su primera gestión, pero Daniel no se rinde. Sigue haciendo gestiones, contactando con todo aquel que pudiera salir en su ayuda, escribe cartas, se pone en manos de un abogado madrileño……y finalmente el 12 de marzo de 1991 el Ministerio de Economía y Hacienda expide documento autorizando la concesión a Daniel de una pensión Nivel 10, vitalicia y revalorizable, con carácter retroactivo desde el dos de noviembre de 1984, y abono de los atrasos acumulados desde esa fecha, seis años y cinco meses. De forma paralela le es reconocido el grado de Capitán de Corbeta de la Armada y autorización para el uso del uniforme e insignias. Daniel contaba entonces 70 años.
Como buen republicano Daniel Pazó Villa nunca se rindió, así se lo hizo saber a Roberto Dorado, Director del Gabinete de la Presidencia del Gobierno a través de la carta que le dirige con fecha del 27 de noviembre de 1984, solicitando la atención a sus justas pretensiones, carta que acaba así:
“Rendido, desarmado, pero nunca vencido”
Fdº: Daniel Bernardino Pazó Vila.
Daniel Pazó falleció en su pueblo, cercano a cumplir los 94 años, rodeado de su familia y amigos, el 19 de marzo de 2008. Un republicano fiel nos dejaba. Pidió ser enterrado con sus insignias de Capitán de Corbeta de la Armada, y así se hizo.
Quiero expresar desde aquí mi admiración sincera por Daniel Pazó. Agradecerle su defensa de la República, su amor por la Armada, su trayectoria humana y profesional, su tesón… su ejemplo. A sus familiares y amigos agradecerles la información que me han hecho llegar y felicitarles por haber tenido la suerte de poder compartir su vida con tan admirable persona.
Benito Sacaluga
Fuentes consultadas:
* Información facilitada por D.José Manuel Rodríguez Crespo.
* Documentos oficiales.
(1) Declarada el 20/3/2012 Lugar de Memoria Histórica en Andalucía. Fue la principal cárcel utilizada en la provincia de Armería durante la guerra civil por ambos bandos, conocida como El Ingenio, situada en una antigua fábrica de azúcar. Por esta prisión, de la que se conserva la fachada restaurada de la puerta principal, pasaron cientos de detenidos, primero del bando golpista, y una vez conquistada Almería por las tropas franquistas, del bando republicano.
(2) El edificio fue construido a finales de la década de 1920 como asilo de mendigos, con el nombre de Asilo de Yeserías. No tuvo uso penitenciario durante la Guerra Civil. Nada más terminada la guerra las nuevas autoridades franquistas lo reconvirtieron para ser usado como prisión masculina, fundamentalmente presos políticos, y pasó a denominarse Cárcel de Yeserías. Posteriormente fue Cárcel de Mujeres. Permaneció en servicio hasta el 17 de marzo de 1991, cuando las quinientas presas que aún albergaba fueron trasladadas a las cárceles de Carabanchel y Alcalá Meco. Tras su cierre como prisión pasó a ser centro de inserción social, es decir una cárcel de régimen abierto, tanto masculina como femenina.