Según informa eldiario.es, la Fundación Jiménez Díaz, centro de la red pública gestionado por la empresa IDC Salud, exigió una fianza para atender en urgencias a Óscar Benítez, un inmigrante en situación irregular
"¡Esto se te va a cobrar!". Con esta frase, dicha a los gritos, respondieron en el mostrador de urgencias de la Fundación Jiménez Díaz a Oscar Benítez, un inmigrante paraguayo sin permiso de residencia, que acudió con un fuerte dolor en la vesícula. Benítez se enfrentaba por segunda vez a la misma respuesta en este hospital de la red pública. La primera, desinformado, pagó lo que pidieron: 390 euros para que le viese un médico. Una exigencia ilegal, puesto que la atención de urgencias está cubierta por la Seguridad Social, incluso para aquellos que se han quedado sin tarjeta sanitaria.El hospital achaca la situación a un simple "error administrativo".
La vesícula lleva más de un año atormentándole, dice por teléfono, pero le rechazaron de seis centros de salud públicos diferentes. " Me decían que sin papeles no me podían atender. Estuve automedicándome todo ese tiempo, pero a principios de año ya no podía aguantar más los dolores", explica.
La negación de asistencia sanitaria a un paciente en urgencias supone otra irregularidad. El Real Decreto-ley 16/2012, de 20 de abril, que dejó fuera de la asistencia gratuita a inmigrantes en situación irregular en algunos supuestos, contempla tres "situaciones especiales" en las que se debe sumistrar atención. Una de ellas es la atención en urgencias, al igual que a las mujeres embarazadas y los menores. Estas excepciones son a nivel estatal, además de las que añada cada Comunidad Autónoma en su regulación.
En enero acudió a un centro de salud de Plaza de España y, ante una nueva negativa, se derrumbó. "Yo les decía, ¿cómo pueden negar atención a una persona con estos dolores? Me voy a morir". Sus quejas, entre sollozos, fueron escuchadas por una médica, que accedió a atenderle por su cuenta. "Y me derivó de urgencias a la Fundación Jiménez Díaz, que es la que me corresponde por donde resido".
Óscar, de 34 años, pensó que sus problemas acabarían, pero la realidad volvió a defraudarle. "Allí me volvieron a negar la asistencia; además, de muy malas maneras. Ante mi desesperación, se fueron a consultar y cuando volvieron me dijeron que sólo me atenderían si pagaba". La cantidad: 390 euros. Ante sus primeras reticencias, por lo abultado de la cifra, una respuesta que le quedó bien grabada: ' Si no tienes dinero ni papeles no te podemos atender'. "Como no podía aguantar más, llamé a una amiga para que me trajese el dinero".
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