Petra Cuevas, luchadora republicana y sindicalista, ha fallecido en Madrid a los 105 años de edad. Había nacido en Orgaz (Toledo) en el seno de una familia trabajadora el 19 de agosto de 1908. Con 12 años emigró con su familia a Madrid, donde de inmediato comenzó a trabajar como aprendiza de costurera, para decantarse finalmente por el bordado, especialidad en la que mostró gran maestría, llegando a trabajar en los trajes de la reina Victoria Eugenia.
Desde muy joven mostró una gran sensibilidad por los problemas sociales y, aunque no tenía contacto directo con ideologías políticas, las largas charlas con su hermano Julián, afiliado a la Juventud Socialista Unificada, sin duda influyeron en ella. “Creo que la conciencia social es instintiva y yo era comunista sin saberlo”, aseguraba ella misma.
El pensamiento de Petra Cuevas puede resumirse en una frase que pronunció en un acto-homenaje a las mujeres que defendieron Madrid durante la Guerra Civil: “Si luchas puedes perder. Si no luchas estás perdida”.
El compromiso social la llevó a militar en el Partido Comunista en los prolegómenos de la Guerra Civil, a desarrollar una incansable actividad sindical… y a terminar con sus huesos en las cárceles franquistas tras el conflicto fratricida.
En 1931, cuando llega la República, Petra ya milita en la UGT, pese a que en aquellos tiempos los sindicatos no eran cosa de mujeres. Se integró con el carné número 30 en el sindicato de la Aguja, que agrupa a sastres, modistas, bordadoras y especialidades afines. En 1936 fue elegida secretaria general de este sindicato, que contaba entonces con 409 afiliados. Consigue la afiliación de talleres enteros, y cuando comienza la guerra los afiliados llegan a 6.000, alcanzando durante el conflicto los 25.000 entre gorreros, tintoreros, modistas y sastres.
En 1936 se afilia al PCE, y a principios de febrero de 1939 formaba parte del último Comité Provincial del partido, junto a mujeres como Dolores Ibárruri y Pilar Bueno Ibáñez, una de ‘Las 13 rosas’. Pero siempre centró sus esfuerzos en la actividad sindical. Tras el levantamiento militar, y durante toda la guerra, se encarga de organizar y dirigir una red de talleres destinados a la confección de ropa para las tropas republicanas.
Finalizada la guerra civil, Petra se integra en la resistencia y se dedica a la reconstrucción del PCE en la clandestinidad. Es detenida por primera vez el 25 setiembre de 1939 y salvajemente torturada. Entra y sale varias veces de la cárcel y finalmente es condenada a 12 años de prisión. Además de las torturas, sufre siete años de encarcelamientos y la pérdida de una hija nacida en la cárcel el 14 de abril de 1943.
En enero de 1948 Petra recupera la libertad, consecuencia de un indulto de reducción de penas promulgado con motivo de la celebración franquista del 18 de julio.
Con la llegada de la democracia Petra retoma la actividad política y sindical, ahora en CC.OO. Consigue un local para el PCE cerca de su casa, en el madrileño barrio de Tetuán, que abre a diario hasta los 90 años.
Permanece en el barrio de Tetuán hasta los 91 años, cuando su casa es derribada. Entonces se va a vivir a Villalba con su nieta Mari Loli. Allí ha pasado sus últimos años, rodeada del cariño de su nieta y de toda su familia. Descansa en paz compañera.
Fuente: www.lacerca.com