A vuelapluma, los complejos resultados electorales del 20 de diciembre nos auguran un futuro político incierto, pero muy distinto al que veníamos sufriendo. Por el momento podemos extraer las primeras reflexiones:
-1ª) El PP, con 123 diputados, no podrá gobernar nuevamente este país, ni siquiera con el apoyo de Ciudadanos, poniendo fin con ello a la época de los recortes y las diferencias sociales.
-2ª) Ciudadanos no se hunde, sino que se ve obligado a asumir su techo electoral, claramente por debajo del 15%, muy lejos del que le daban las encuestas maliciosamente manipuladas por los medios de comunicación. Y sus 40 escaños no le permiten ni tan siquiera ser fuerza decisoria.
-3ª) Podemos, con 69 escaños, es la fuerza política triunfadora en estas elecciones, y claramente decisiva para cualquier pacto o alianza electoral.
-4ª) El bipartidismo ya es historia en este país, porque así lo han querido y decidido los ciudadanos.
-5ª) Se impone la política de alianzas y de pactos para gobernar este país, y se hace imprescindible el diálogo y la flexibilidad en las posturas de unos y otros.
-6ª) Podemos en Cataluña, al convertirse en la primera fuerza política, frena de forma drástica el independentismo, pero obliga a que el derecho a decidir de todos los catalanes se haga realidad mediante un referéndum.
-7ª) Se impone un cambio en la ley electoral, para que todos los votos tengan el mismo valor. No es justo ni admisible en nuestra democracia que el PP necesite tan solo 58.000 votos para obtener un escaño, e IU precise más de 400.000 votos.
-8ª) Una vez más se demuestra la incapacidad de la izquierda para sumar voluntades. La suma de votos de Podemos y de IU superaría los 6 millones de votos, muy por encima de los obtenidos por los socialistas.
-9ª) Los grandes derrotados en estas elecciones son el PP y el PSOE, que pierden 63 y 20 diputados, respectivamente.
-10ª) Con buena voluntad, mucho diálogo, capacidad para ceder y sentido común, es posible alcanzar un pacto estable de izquierdas para poder gobernar. Una alianza a la portuguesa no es descartable.
Fernando de Silva
Fuente: www.sinlavenia.com