El sacerdote Manuel Leobardo Chuc Canté, vicario de la parroquia de Peto, en Tahdziú, Yucatán (México), agredió y humilló frente a otros feligreses a una adolescente de 15 años por no haberse confesado. Mientras la regaña en lengua maya, Chuc Canté, le coge la nariz, intenta quitarle las pestañas postizas por estar muy largas y le da en la cara.
“Si yo te diera una bofetada, ¿qué harían tus papás?”, gritaba el sacerdote a la jovencita, pregunta que repitió hasta tres veces. Sin embargo, de acuerdo con testigos, el religioso ya venía malhumorado, y había llegado media hora tarde a oficiar la ceremonia.
Tras el hecho, los padres de la quinceañera exigieron un castigo para Chuc Canté. “Me ha indignado mucho la forma en que trató a mi hija frente al altar. Tuvo la suerte que no sea yo un hombre de tragos, porque de estar bebido habría yo perdido el control y me hubiera abalanzado sobre él, que ganas no me faltaron pero tuve que controlarme”, dijo el padre de la menor Medardo Balam.
Entre otras cosas, argumentaron que fue el cura quien se negó a dar el sacramento. Aunque accedió a dar la hostia, el sacerdote le exigió a Balam Puc confesarse después de misa. La Archidiócesis de Yucatán ofreció disculpas e indicó que el cura fue trasladado de esa parroquia. Por tiempo indefinido, se le ordenó participar de un retiro espiritual.