Los que en las filas de la izquierda parlamentaria han promovido el pacto en el Consejo del Poder Judicial DEBEN DIMITIR
No, no solo ellos, los willys y la BPS fueron instrumentos de la dictadura para aplastar las libertades y la resistencia, estos sólo fueron los que usaron las armas y la tortura para romper a los que se atrevieron a defender la dignidad del pueblo español frente a aquel régimen bastardo. Hubo otros. Los jueces de la dictadura, por ejemplo. Ni uno sólo de ellos fue procesado, ni siquiera llegó a plantearse. La Transición se basó en dejar algunas cosas como estaban y a algunos, muchos, en sus mismos puestos de siempre. En estos días en los que se habla de la querella argentina, del drama de la impunidad, de la obscena presencia de los willys, los ex-BPS condecorados y con jubilaciones máximas, cuando vemos como la impunidad persiste, nos hemos encontrado con que la izquierda parlamentaria realmente existente ha entrado al juego que ha ido permitiendo la impunidad entre los jueces desde el fin de la dictadura. En vez de denunciar los pactos de silencio para tapar la complicidad con la dictadura de un sector de la judicatura y denunciar a los que a día de hoy los mantienen, lo que han hecho es sumarse a ellos. Luego pretenderán protestar en las Cortes ante el Ministro de Justicia o el de Interior. Este no es el camino. No se puede mandar a la gente a protestar a la calle, a pedir justicia en Argentina, a pretender ser los campeones de las luchas sociales y hasta de la República, para luego acabar votando por conchabeo con el PP y el PSOE a jueces que consideran que los tribunales franquistas y sus sentencias eran legales, promocionando a algunos jueces o magistrados que deberían haber sido procesados y expulsados de la carrera judicial.
O pudiera ser que nos equivoquemos, quue quizá el problema es otro, que no queremos darnos cuenta de que el franquismo es legal, lo sigue siendo y no queremos verlo, así que protestar por todo esto no tiene sentido pues la izquierda que tenemos en realidad no es más que un bodrio post-carrillista, trufado de las ya algo talludas juventudes obreras de Plá y Daniel y hoy amenizadas por la juventud naranjito del 15M de diseño. Pedir decencia y dignidad, o lo que es lo mismo, verdad, justicia y reparación no está a su alcance moral, claro. Mientras la gente afronta la represión en la calle y protesta, en las Cortes votan a los jueces y callan sobre la impunidad en la judicatura.
Y es que, tras 40 años de dictadura y 35 de propina, el franquismo es legal, entérense.
Benjamin Balboa