El represor, que era general retirado del Ejército y acumulaba 526 años por la suma de diversas condenas por violaciones a los derechos humanos, falleció esta noche en el Hospital Militar, adonde estaba internado desde el 29 de junio último.
En la madrugada de ayer jueves los médicos que lo atendieron decidieron suspender el tratamiento regular de diálisis y mantenerlo sólo con morfina, en la espera de este desenlace, consecuencia de las múltiples enfermedades que lo afectaron, entre ellas un cáncer de colon, hipertensión, diabetes y graves problemas renales.
Manuel Contreras fue degradado de su rango militar, pero no tendrá funerales de Estado ni honores militares por un decreto que se lo prohíbe a los violadores de Derechos Humanos.
“El Mamo”, como fue conocido por sus camaradas y luego popularmente, fue condenado en vida a más de 526 años, sin contar las 2 sentencias perpetuas que lo mantuvieron como reo en el penal Punta Peuco, condenado como responsable de 75 secuestros, 3 homicidios, 2 delitos de asociación ilícita y una de sustracción de menores, según concluyeron los ocho jueces que lo investigaron entre el 2004 y el 2015.
La última condena que recibió fue el pasado 29 de junio, por parte del juez Leopoldo Llanos, quien dictó sentencia en contra de cinco agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), entre ellos Contreras, por la tortura y asesinato de seis personas ejecutadas entre el 18 y 19 de noviembre de 1975.
El creador de la “Operación Colombo” y partícipe de la internacional “Operación Cóndor”, también fue condenado por los crímenes del ex canciller chileno,Orlando Letelier, en Washington (Estados Unidos), y el del general chileno Carlos Prats, asesinado junto a su esposa Sofía Cuthbert, en Buenos Aires en el año 1974.
Contreras ingresó a la Escuela Militar en 1944, donde se destacó como un buen alumno, por lo que fue premiado rápidamente con el cargo de vigilar la disciplina de los alumnos recién egresados, puesto que ocupó siendo brigadier de la 1era compañía y del cual se caracterizó por sus abusos de poder, sadismo y prepotencia.
El ya fallecido capitán de Ejército, Alejandro Barros Amengua, en una entrevista concedida en 1991 a la periodista Alejandra Matus, relató: “Contreras hacía mal uso de su autoridad y nos sancionó, a escondidas de sus superiores, cada vez que incurrimos en alguna falta de disciplina, con medidas inhumanas y desproporcionadas”.
En 1953 se casó con María Teresa Valdebenito y, ya con el grado de capitán, ingresó a la Academia de Guerra para realizar el curso de Oficial de Estado Mayor. Allí conoció y trabó amistad con el entonces sub director de la institución, el coronel Augusto Pinochet, quien fue su profesor en el ramo de Estrategia.
Desde el mismo día del golpe del 11 de septiembre de 1973, Contreras comenzó a poner en práctica todos sus conocimientos de lucha “antisubversiva” aprendidos en Chile y en Estados Unidos, apadrinado por Pinochet, y cuando la Junta Militar decreta la creación de la Secretaria Ejecutiva Nacional de Detenidos (Sendet) en sus reglamentos le da origen legal a la DINA, que comienza sus operaciones desde las oficinas del Congreso Nacional recién clausurado.
Más de mil documentos desclasificados por Estados Unidos durante los últimos 15 años contienen el nombre de Manuel Contreras y afirman que en Chile durante la Dictadura, “nada puede hacerse sin obtener la aprobación de la DINA”, y que desde la promulgación del decreto 521 que la creó, “el coronel Contreras se reporta exclusivamente y recibe órdenes sólo del presidente Pinochet”.
Junto con el monitoreo de los chilenos exiliados en diferentes países, la DINA chilena comienza a tener contactos con otros grupos de seguridad del Cono Sur y esto lleva al Mamo a desarrollar la idea de una organización de cooperación entre estos aparatos y es de ése modo que nace el Plan Cóndor.
Con el andamiaje legal construido, Contreras da inicio al periodo más negro de la historia reciente de Chile, entre 1974 y 1977, donde casi la totalidad de muertes, desapariciones y torturas son de responsabilidad exclusiva de la DINA, la cual es disuelta en el mes de agosto de 1977 y es sustituida por la Central Nacional de Informaciones (CNI).
El Caso Letelier puso a Contreras en la cárcel de Punta Peuco en 1995, al ser condenado el 12 de Noviembre de 1993 en la causa 30.174 a 7 años de prisión por homicidio y uso de pasaportes falsos, y desde entonces no dejó de recibir condenas en su contra por asesinatos y torturas, cuyo nombre será recordado como el mayor criminal en la historia moderna de Chile.