Es más que evidente lo que el gobierno de la mano de la Troika está haciendo con nosotros. Han provocado una crisis sin precedentes, la cual, pactada entre ellos tiene un solo fin; Acabar con los pocos derechos como ciudadanos que nos quedaban, y privatizar todo aquello a lo cual teníamos derecho; Sanidad, pensiones, educación etc…
El negocio para ellos es redondo, justificando que estamos en crisis, acaban con los sectores públicos entregándolos a empresas privadas donde ellos mismos participan, ya sean como asesores, directivos o bien obteniendo jugosas comisiones.
Ante esta barbarie en pleno siglo XXI, pero del mas puro estilo de la época medieval, gran parte de la ciudadanía permite que todo esto pase frente a sus ojos, ignorando algo que muchos tenemos bien claro, que todos unidos tenemos el poder.
Repasando la historia, podemos recordar que hay muchísimas acciones ciudadanas que consiguieron grandes cambios, y dichas acciones se llevaron a cabo con menos medios que los actuales. En el presente, disponemos de medios de difusión que anteriormente no tenían; Internet, móviles y demás. Sin embargo, a estas personas que en el pasado consiguieron grandes cambios, les sobraba algo que en el presente escasea; Pasión por las ideas y convicción para conseguirlo. Por ejemplo, en Estados Unidos, el día 5 de Diciembre de 1955, la población afroamericana hizo un gran boicot a las compañías de autobuses por que días antes habían detenido a una mujer negra, la cual se había negado a ceder su asiento a una persona blanca. Este boicot fue masivo, y el único medio que tenían para difundir, era el boca a boca y las octavillas. Pero como dije; la gente lo hizo con pasión y convicción, ya que creían en su causa y para ello supieron sacrificarse.
Algún día, las próximas generaciones, repasarán los libros de historia y verán a nuestra generación como una generación de cobardes, siempre dirán que fue la generación nuestra la que permitió el avance a los represores, y que fuimos los que permitimos que las nuevas generaciones naciesen en una esclavitud moderna.
Obviamente no vamos a sentir nada cuando dentro de 80 o 90 años se lea esto de nosotros, no, pero si que deberíamos de avergonzarnos de que algún día esto pasará. Tenemos otra opción, a la cual un servidor se suma; Luchar para evitar que nos sigan robando derechos, luchar para que las nuevas generaciones encuentren un país mucho mejor que el actual, y aunque no lo consigamos, morir con dignidad y orgullo, por que el intentarlo nos marcará como personas luchadoras y nadie podrá decir nunca que no lo hicimos.
Hay que dejar las pequeñas diferencias a un lado, tenemos que unirnos para fijar un objetivo y acabar con el, pero esto como ciudadanos libres que somos, de momento….
José Antonio Cayetano