Tres condiciones indispensables del humanismo.
Hoy en día este antiguo lema carece de sentido, excepto para quienes siguen la tradición de quienes lo idearon. Es un lema que engloba la base del humanismo, la base la emancipación personal y social de la humanidad. Pero antes de aceptar o rechazar lo que viene a significar este lema compuesto de tres pilares fundamentales, convendría conocer y reconocer a cada uno.
La LIBERTAD a veces sobrevalorada, a veces malentendida, a veces repudiada, representa mucho más que abolir el Estado, enriquecer a los ricos, fomentar multinacionales sin escrúpulos, y todo lo que a primera vista representa el neoliberalismo. Entonces, ¿qué significa ser liberal? El liberalismo es el izquierdismo más primitivo, es parte principal y fundamental del progresismo como corriente antagónica del conservadurismo. Es el primer intento organizado que hizo la sociedad para acabar con los privilegios irracionales de la nobleza y la clase aristocrática. Y no defendía, como popularmente se cree, el anarquismo o el rechazo al Estado. La libertad que defendía el liberalismo como movimiento ideológico del siglo XVIII, es un compendio de libertades que incluyen el laicismo, el derecho a la propiedad, los derechos fundamentales humanos, el derecho a elegir libremente a sus representantes políticos, el rechazo a la esclavitud social o laboral, la libertad de prensa, de opinión o de culto, entre otras. Por lo tanto, la libertad no es un asunto exclusivo del ámbito económico sino que es el origen del izquierdismo tal y como lo conocemos hoy en día. Aunque es cierto que existe un sector liberal, denominado liberalismo conservador, que desconfía de la funcionalidad y eficacia del Estado y es por eso que surge el neoliberalismo, que no puede desligarse del resto de libertades si quiere mantener su componente liberal.
La IGUALDAD es otro pilar imprescindible en el que cada vez más hay más divergencias. Hay distintas igualdades o distintas maneras de percibir la igualdad: la visión de “todos lo mismo” y la visión más racional de “igualdad de oportunidades” ¿Por qué esta matización? En el izquierdismo más extremo, prevalece la visión de “todos lo mismo”, que en principio parece lógica, pero no podemos pasar por alto que, aunque todos los seres humanos somos iguales, también somos diferente entre sí en la manera de actuar y pensar. Puede que no todos quieran lo mismo. Tampoco podemos caer en el grave error de premiar las malas actitudes, comportamientos o vicios. Por eso, la igualdad de oportunidades posee un componente más justo que el irracional igualitarismo. Todos debemos tener la misma oportunidad de estudiar, de ser atendidos sanitaria y médicamente, todos debemos tener igualdad de oportunidades y que cada cual las aproveche como mejor pueda, fomentando así el esfuerzo. Luego, además, existe la igualdad ante la ley, la no discriminación social por razones de sexo, cultura, credo, ideología, raza o nacionalidad. Todos estos aspectos recogen la amplitud de un concepto tan controvertido pero tan esencial para avanzar socialmente.
La FRATERNIDAD es sin duda el pilar más infravalorado y menospreciado, pero es a su vez el más poderoso y esencial. Es una cualidad que bien trabajada y fomentada nos enseña a rechazar el egoísmo que nos aleja del prójimo para que ayudándonos unos a otros, desinteresadamente, creemos un mundo mejor, y quizá sin recurrir tanto al Estado, que en palabras de Keynes, debería centrarse en garantizar lo que el ser humano no puede hacer por sí mismo. Todos hemos visto o vivido historias de fraternidad, nos hemos emocionado cuando, ante desgracias naturales o humanas, hemos dejado a un lado nuestros egos y nuestros intereses y nos hemos volcado para ayudar a quien lo necesitase. Esa es la cualidad humana más genuina que tenemos y que no deberíamos olvidar sino que deberíamos fomentar y practicar porque eso es lo que nos hace mejores, y sobre todo, humanos.
Estas tres palabras, libertad, igualdad y fraternidad, encierran mucho más significado del que he intentado resumir aquí. Es un trinomio muy poderoso que de ser practicado por todos, la Humanidad avanzaría y viviríamos en un mundo mejor, más feliz y con más sentido del que puede tener en los momentos bajos que todos vivimos de vez en cuando, y que nos sirve para crecer, para pulirnos como la piedra que somos, una piedra bruta llena de defectos innatos que necesitan ser corregidos.
Salva Díaz
Twitter: @SalvaDV