Felipe de Borbón ha visitado oficialmente Francia de donde viene su apellido. Ha sido un viaje por todo lo alto, con chulería, con grave chulería incluida.
Dicen que este hombre está muy preparado. No tanto. Ha tenido una mala educación. Se cree superior a los demás.
Sabe francés e inglés, pero eso hoy en día y con una buena programación educacional lo saben casi todos los jóvenes con master o sin él.
Pero mi condena a este señor que visita Marruecos y no se preocupa de los saharauis ni de los derechos humanos conculcados como le pide Amnistía Internacional, que viaja a Arabia al funeral de un sátrapa al que llaman también rey, que machacó los derechos de la mujer, que recibe al presidente de Egipto y solo le habla de negocios, es lo que acaba de hacer hoy contra el PNV.
Su anterior viaje fue suspendido a cuenta del accidente de Lufthansa. Pero al ver que en el programa estaba la visita a la sede que el PNV compró en 1936 en Paris en la Av. Marceau y que fue incautado por la Gestapo y por el franquismo y donde hoy funciona el Instituto Cervantes le pregunté al gobierno por esta anomalía.
Hice una pregunta oral al ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo y éste hace un mes me contestó desabridamente que ese palacete era del estado español según sentencias y resoluciones del Consejo de ministros. Ellos se lo guisan, ellos se lo comen. Un robo por todo lo alto y ellos unos ladrones.
Y todo mentira.
La sede fue incautada por la Gestapo en 1940, puesta a la venta bajo ocupación alemana en 1941,recuperada por el PNV en 1945 y perdida en 1951 por la dichosa sentencia del Tribunal del Sena ocurrida bajo ocupación alemana. ¿Qué querían estos demócratas a la violeta?. ¿Que José Antonio Aguirre hubiera ido en 1941 a ese Tribunal a reclamar lo propio para que le hubieran detenido y fusilado al amanecer?.
Parece que sí. Y en base a este criterio dicen hoy que el Instituto Cervantes está muy bien ubicado en un lugar robado al PNV.
Le advertí al ministro que se lo dijera al rey, y que no visitara nada sin el permiso del PNV, su legítimo propietario.
Pues bien. El llamado rey ha ido hoy al despacho del Lehendakari Aguirre y realizado una asquerosa ceremonia de chulería, queriendo decir con su gesto inamistoso: “esto es nuestro y yo soy el jefe del cotarro”.
Este señor me parece lo que es: un chulo maleducado y una persona que no sabe el ABC de la democracia.
Esto no ocurre hoy en ningún lugar de Europa sensible con lo que ocurrió en la segunda guerra mundial.
Ha cubierto el expediente con un tardío homenajillo a los pocos republicanos vivos que llegaron a la liberación de Paris. Menos homenaje a unos viejecitos republicanos a los que se les dedica un parquecito en Paris, aunque nada parecido lo hayan hecho todavía en Madrid.
Con la misma chulería institucional.
Lástima que no se le pite como se le pitó el sábado pasado en la final de Barcelona.
Todo pues una ópera bufa muy a la española. Y muy de la España cañí.
Hoy me ratifico una vez más en mi sentimiento republicano vasco y creo que nuestras autoridades deberían por lo menos protestar o tratarle en el futuro a este sujeto como él trata a la historia y a lo que es del PNV.
Una total sinvergonzonería. Con mucho sinvergüenza suelto.
Iñaki Anasagasti