Hace 33 años, el 2 de abril de 1982, empezaba la Guerra de las Malvinas. Para conmemorar la fecha, la británica Jackie Cobell, de 60 años, y el argentino Matías Ola, de 30 años, cruzaron las aguas heladas del estrecho de San Carlos que separa la Isla Soledad de la Gran Malvina, las dos principales islas que conforman el archipiélago, como un gesto de paz entre ambos pueblos.
Los poco más de dos meses de guerra costaron la vida a 649 militares argentinos y a 255 efectivos británicos. A eso se sumaron extensas pérdidas económicas. Desde aquel momento, las relaciones entre Buenos Aires y Londres no han encontrado un punto de acuerdo por la soberanía de las islas.
"En muchas ocasiones sentís que existe la enemistad entre nuestro pueblo, entre Inglaterra y Argentina. Cuando llegamos a las islas, inmediatamente supimos que el objetivo de nadar por la paz era necesario", explica el nadador argentino, Matías Ola.
En total fueron 2 horas 37 minutos de una tarea coordinada entre Cobell y Ola. En total tuvieron que nadar 6 kilómetros, cuando la distancia en línea recta es de 4,6 kilómetros, en unas aguas que no superaban los 6ºC y sorteando olas que alcanzaban hasta los 2 metros de altura.
Los excombatientes de la guerra ven con buenos ojos este tipo de iniciativas, aunque advierten que deben ser un puntapié para iniciar el diálogo diplomático que Argentina reclama desde hace décadas.
"Lo que sí, digamos entendemos, es que no sea unilateral porque nosotros pensamos que la paz por la paz misma no tiene un sentido. La paz es la paz real, la paz real es que desmilitaricen el Atlántico sur, siéntense a dialogar pero la paz real, no militarizando más el Atlántico sur. Por lo tanto, estas cosas tienen un sentido en la medida que hay una predisposición concreta a dialogar", insiste Mario Volpe, excombatiente de la guerra y director del Museo Malvinas.
Fuente: www.actualidad.rt.com