Todos los gobiernos de extrema derecha reivindican el liberalismo. Sin embargo todos son mucho más ordenancistas que los gobiernos de izquierda. Se dedican como corresponde a quienes creen que el país es un presa dispuestas para aprovecharse de ella, pese a que el sistema político nominal de esos países es la república con lo que es ésta, la cosa pública, la que tiene que estar al servicio de los derechos e intereses de todos los ciudadanos empezando por satisfacer a la mayoría.
Más comprensible es, porque al menos el sistema político nominal es descaradamente dictatorial que ocurras eso en las monarquías dictatoriales. Sin embargo, en aquellas que tienen organizado un teatro parlamentario sería de desear que disimularan un poco y no se notara tanto que consideran que los ciudadanos no son tales, sino súbditos, y que las elecciones son sólo un divertimento pero que la obligación de los súbditos es votar a la extrema derecha que sostiene en su poder al dictador.
Normalmente suelen hacer eso y si la expropiación de los derechos de los ciudadanos trabajadores no es muy excesiva, es decir, si no llegan a comportarse como buitres carroñeros que siguen beneficiándose del pobre ciudadano incluso después de muerto, los súbitos aceptan el engaño, para no sentirse tan viles, de ser llamados ciudadanos cuando son súbditos y de que les engañen diciendo que viven en una democracia cuando viven bajo una dictadura.
Que ésta sea monárquica, teocrática, civil o militar es lo de menos aunque ciertamente hay diferencia entre unos dictadores y otros: los más impotentes están dispuestos a abusar menos ante el riego de que se les desmonte el tenderete.
Este preámbulo viene a cuenta del intento de análisis de los precios en este mercado que es la Unión Europea, mercado abierto en el que se nos engaña a diario diciendo que eso estimula la competencia y por tanto baja los precios. La reciente multa a las petroleras por ponerse de acuerdo para estafar a todos los ciudadanos que usan su coche - ¿es a caso eso un pecado? - además de que la van a recurrir no les importa nada.
Todo forma parte de la ceremonia del engaño que tiene organizado el gobierno y las petroleras donde ha acabado más de un ministro y donde seguirán acabando los actuales y futuros para hacernos creer a los ciudadanos que se preocupan de nosotros y que están sancionado a los que nos estafan.
Las estadísticas de 2012 nos dicen que en España había entonces 31,27 millones. Supongamos que hay 32 millones para hacer los cálculos más fáciles. Supongamos un precio medio de 1,25 €/l - hoy la gasolina más cara está a 1,38 €/l y el diesel más barato a 1,15 €/l. Supongamos que nos estafan 0,05 €/l, una estafa del orden del 4 %. Supongamos una media de 10.000 km/año y, por último, supongamos que e3l consumo medio es de tan solo 5 l/100 km. La estafa anual de las petroleras alcanza a 32 millones € * 0,05 *10.000 * 5/100 =800 millones de euros. ¡Si, para eso le puse los cálculos, para que Vd. los pueda verificar!
¿Se da Vd. cuenta del engaño del gobierno del que presume como si hubiera hecho algo que mereciera algo más que una pitada o una cacerolada?
Nos hace creer que está multando a las petroleras. Pero en realidad, en mi opinión, lo que son es coautores de la estafa de la que hemos sido víctimas según dice el art. 28,CP: “También serán considerados autores: b) Los que cooperan a su ejecución con un acto sin el cual [el delito] no se habría efectuado”. El acto, claramente, es acto es un acto de omisión de control a lo largo de todo el año. ¿Para qué está el Fiscal General del Estado?
En cualquier caso por lo menos tendrían que ser considerados cómplices de ese delito de estafa, que según los define el art. 29,CP son los que “no hallándose comprendidos en el artículo anterior, cooperan a la ejecución del hecho con actos anteriores o simultáneos” siendo los anteriores no haberlos denunciado antes por estafa y los y simultáneos no hacerlo ahora.
¿Qué tal negocio le parece estafar 800 millones y que les multen con 32 millones. Está claro que sólo con la diferencia de un año hay suficiente como para pagarle el sueldo a cualquier ex -ministro que haya permitido esta estafa a los ciudadanos, ¡perdón!, a los súbditos de esta dictadura monárquica.
¿Para cuándo recuperaremos la República?
Este año querido súbdito, tiene Vd. en sus manos la oportunidad de demostrar que quiere volver a ser un ciudadano. ¡No la desaproveche, por favor! Deje de votar a los que siempre han apoyado a la dictadura monárquica y algunos incluso a la militar.
Alfonso J. Vázquez