La mujer de un paciente de hepatitis C ha iniciado este viernes una huelga de hambre en el Hospital Ramón y Cajal para exigir que su marido obtenga el tratamiento con Sovaldi que le ha sido prescrito por el hepatólogo pero que no le es suministrado ante la ausencia del Informe de Posicionamiento Terapéutico (IPT).
El pasado mes de septiembre el Ministerio de Sanidad anunció que había llegado a un acuerdo con el laboratorio Gilead para adquirir la compra del fármaco Sovaldi, que en unión con otrosmedicamentos puede curar la hepatitis C en un 97% de los casos. No obstante, el medicamento, que ya puede ser prescrito, no está disponible para su compra en farmacias.
“De aquí no nos moveremos hasta que no nos den la medicación, que está pedida por la doctora y está concedida, sin embargo siguen sin dársela. Está en juego la vida del enfermo”, señaló el portavoz de la Plataforma de Afectados por Hepatitis C, Mario Cortés, quien afirmó que por el momento ni el Ministerio de Sanidad ni la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid se han puesto en contacto con la familia.
La plataforma apuntó a la ausencia del IPT, imprescindible para que los nuevos fármacos puedan ser incorporados al Nomenclátor, como causa de que el medicamento no sea suministrado, y señaló que el retraso en la publicación del informe se debe a que este es “tan sumamente restrictivo que el Gobierno está buscando la fecha que menos le perjudique”.
Según señaló la entidad, el Ministerio destinó una partida de 125 millones de euros para la compra del fármaco, lo que supondría el suministro de unos 4.900 tratamientos, mientras que en el Estado español hay cerca de 300.000 pacientes de hepatitis C diagnosticados. “Prevén que una vez salga a luz el IPT las movilizaciones de los afectados por la hepatitis C van a ser inmediatas”, afirmó la plataforma en un comunicado.
El encierro y la huelga de hambre de la esposa del paciente continuarán hasta que le sea suministrado el citado medicamento.
Belén Martín entra en huelga de hambre ante la desesperación
Belén Martín, de 43 años, dice que se ha cansado de esperar. Lleva tanto tiempo viendo cómo la salud de su marido, Saturnino Cobo, de 47, se deteriora por una hepatitis C en fase terminal que ha decidido pasar a la acción. Martín ha iniciado una huelga de hambre esta mañana en el hospital Ramón y Cajal, donde llevan el caso de su marido, que espera un caro y efectivo tratamiento para la enfermedad. "Estamos muertos de miedo a que se descompense. El virus le ha atacado a los riñones y el bazo; apenas tiene plaquetas. Tiene sangre en la orina y se despierta con la boca llena de coágulos. Nadie sabe lo que es vivir así", relató por teléfono en el día de hoy al diario EL PAÍS.
Esta mujer ha dado hoy una rueda de prensa en el Hospital Ramón y Cajal, junto a representantes de la Plataforma de Afectados por la Hepatitis C, para explicar la situación de su esposo y para denunciar el retraso en la llegada del medicamento.
Fuente: www.kaosenlared.net
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