Hay algo que no entienden quienes dirigen organizaciones políticas y se permiten el vergonzoso lujo de generar falsas expectativas, decepcionar a organizaciones integradas por personas que han perdido familiares de forma violenta. La escasa sensibilidad que muestran ciertos sectores de la autodenominada como “izquierda”, con las familias de las víctimas del franquismo se hace constantemente manifiesta. Lo vivimos quienes hemos sufrido desde que nacemos el terror fascista, quienes nos criamos escuchando con ojos de niños asustados los relatos de los crímenes, los abusos de poder, las torturas, la persecución, el robo de propiedades, el maltrato constante sobre nuestros seres queridos.
Cualquier colectivo que haya vivido sucesos tan terribles en cualquier parte del planeta, que haya sufrido en sus carnes el grave delito de la lesa humanidad, requiere de un trato muy especial, de gran sensibilidad por parte de quienes se dedican a la política.
Deben entender que somos represaliados, olvidados, marginados por el régimen español que sigue ocultando premeditadamente el medio millón de crímenes franquistas, protegiendo vergonzosamente a sus asesinos y torturadores. Nos cierran puertas, nos criminalizan, nos acosan laboralmente, nos despiden de nuestros trabajos aún en 2014, tantos años después del golpe de estado, nos ridiculizan y nos definen como “anclados en el pasado”, “buscadores de odio”, “de rencor”, “removedores” de lo que según ellos, “hay que dejar para siempre bajo un manto de olvido”.
Por todo esto y por mucho más NO OLVIDAREMOS, NI PERDONAREMOS JAMÁS, ni a los asesinos de nuestros familiares, ni a quienes practican el siniestro juego del engaño, la mentira, la manipulación y la utilización de nuestra lucha para siniestros intereses, que no tienen nada que ver con la inmensa labor por la recuperación de la memoria, la dignidad, la justicia y la reparación.
Francisco González Tejera