Los vecinos de Punxín (Ourense) volverán a permitir los oficios religiosos en la iglesia parroquial y el sacristán, que presentó la renuncia el domingo, volverá a asumir su responsabilidad.
El cura Jesús Conde, ha dimitido después de que los vecinos recogieran firmas para relevarle por llamar a las mujeres adúlteras y negarse a dar la comunión a quienes conviven sin casarse, según ha informado un portavoz del Obispado.
Una representación de los vecinos se reunió esta mañana en el obispado de Ourense con el vicario y el arcipestre de Verín para exponerles el conflicto que se ha generado en la parroquia y las razones por las que impidieron al sacerdote Jesús Conde entrar a la iglesia el domingo.
Los responsables de la diócesis comunicaron a los vecinos que el cura de Astariz, que asumió la parroquia de Punxín hace tres meses, había presentado la dimisión en la tarde de ayer.
Como solución provisional asumirá la parroquia de Punxín el cura de Dacón (Maside), mientras el obispado de Ourense busca un nuevo sacerdote para atender a los vecinos de Punxín y Ourantes.
Los feligreses se mostraron de acuerdo con la propuesta del obispado y se comprometieron a colaborar en todo lo necesario cuando no se pueda desplazar el sacerdote (para comunicar algún entierro o casos similares).
El obispado también se comprometió con los vecinos a regularizar la situación económica. Los feligreses estaban enfrentados con el cura, entre otras causas, por no poder realizar los pagos a los músicos y los referentes a la compra de fuegos al no poder disponer de los mil euros que recaudaron en la romería de San Wintila por la subasta de ofrendas.
Fuente: www.lavozdegalicia.es