¿Cuánta gente duerme entre cartones buscando el calor de un cajero automático? ¿Cuántas fuentes públicas dan de beber a cientos de familias? ¿Cuántas personas buscan alimentos a punto de caducar, o ya caducados, en los contenedores junto a los supermercados? ¿Cuántos carritos de esos supermercados corren por las calles llenos de chatarra y no de alimentos? ¿Cuántos niños ya no meriendan? ¿Cuántos jóvenes han de dejar sus estudios por el impago de matrículas? ¿Cuántos buenos investigadores y docentes están encerrados en casa sin oportunidad de demostrar sus conocimientos? ¿Cuántas pequeñas empresas han quebrado en los últimos años? ¿Cuántos empresarios han despedido a miembros de sus plantillas entre lágrimas? ¿Cuántas personas trabajan sin haber cobrado nóminas de meses anteriores? Todo esto no son preguntas, son realidades. Solo hay que salir a la calle, mirar y escuchar algunas conversaciones ajenas.
Germán Bartolomé (Blanes)