Las marchas protagonizan una manifestación colorida y multitudinaria por numerosas calles de Madrid. Los asistentes se concentraron en los puntos acordados incluso antes de la hora prevista.
Las Marchas de la Dignidad llegadas de toda España se han unido en Madrid en una marea multicolor que ha tomado los dos kilómetros y medio que separan la estación de Atocha y la plaza de Colón de la capital. Tras una pancarta con la palabra 'dignidad' en todas las lenguas del Estado, los numerosos colectivos que han marchado durante semanas hasta la capital han expresado su hartazgo con la situación social, económica y política que vive el país.
La cabecera de la marcha, a la que se han unido nuevos grupos a lo largo de todo el recorrido, ha partido poco después de las cinco de la tarde desde el Paseo del Prado. A esa hora, la plaza de Atocha acogía ya a las ocho columnas procedentes de todo el país. La llegada de cada columna era saludada con aplausos y ovaciones. Otros grupos, acompañados por miles de madrileños, aguardaban en Cibeles, el Paseo de Recoletos e incluso la plaza de Colón.
Los manifestantes han reclamado una solución para los seis millones de parados, el fin de los recortes y han responsabilizado a políticos y banqueros de la grave situación que atraviesa el país. Las reivindicaciones por el derecho a una vivienda digna o a una enseñanza y sanidad públicas y de calidad también han protagonizado la marcha. "La dignidad es tener derecho a trabajo, techo y pan", explicaba a eldiario.es Manuel, que partió el día 8 desde Santander. "Merecemos una enseñanza pública no selectiva, sanidad para todos y que los banqueros trabajen y dejen de robar", añadía José, llegado desde Gijón.
Cada marcha ha portado banderas y colores de su región y los diferentes colectivos que se han sumado a la protesta han mostrado sus distintivos y coreado sus reivindicaciones. Así, los trabajadores de Coca-cola y Panrico han marchado en defensa de sus puestos de trabajo y miembros de los diferentes sindicatos que han participado en las marchas, como el Sindicato Andaluz de Trabajadores o la CGT, han llamado a una huelga general.
En la manifestación tampoco han faltado las críticas a algunas de las leyes que prepara el Gobierno, como la reforma del aborto. "La dignidad implica tener igualdad y que nadie pueda decidir por nosotras", afirmaba Beatriz, llegada desde Segovia. La muerte de 15 inmigrantes en Ceuta, así como la situación de quienes atraviesan la frontera de Melilla, ha estado presente con cánticos como "ningún ser humano es ilegal" o "no fueron muertes, fue un asesinato". También se han visto pancartas reclamando el cierre de los CIEs.
Al margen de las reivindicaciones, la protesta ha servido también para reconocer la labor de numerosos colectivos. El "sí se puede" de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca ha sido uno de los lemas más coreados durante la tarde y las camisetas de 'Stop desahucios', unas de las más vistas. También se ha apoyado con aplausos y cánticos la labor de bomberos, profesores y médicos, algunos de los colectivos más afectados por los recortes.
Con todo el recorrido de la manifestación repleto y el 'coche escoba' aún en Atocha, representantes de todas las marchas han leído un manifiesto reclamando "pan, justicia, trabajo y dignidad". Después, la enorme marea humana comenzaba a disolverse con la certeza de que la protesta terminaba pero las reivindicaciones no. "Esto no se termina con una manifestación, seguiremos reclamando hasta vivir dignamente", aseguraba Bernardo, llegado a Madrid desde Galicia. "Volveremos siempre que haga falta para reivindicar lo que es de todos", completaba Fernando, de Canarias.
Fuente: www.eldiario.es