Continúa la escalada de tensión entre Rusia y Ucrania a cuenta del control de la península de Crimea.
Un comandante ruso amenaza con un ataque contra todas las fuerzas ucranianas en Crimea si no se rinden antes de esta madrugada. El Kremlin proclama que no se irá de la península, y Kiev, que no la entregará. Una base aérea se ha pasado al bando prorruso, mientras que Putin ha desplazado su flota del Báltico a la zona
El ministro de Exteriores del Kremlin ha defendido en la ONU el derecho de su Gobierno a intervenir militarmente. Sergey Lavrov ha afirmado en Ginebra que las tropas rusas actualmente desplegadas en Crimea se mantendrán allí hasta que los derechos de la minoría rusa sean respetados. Por su parte, el primer ministro de Ucrania, Arseni Yatseniuk, ha asegurado esta mañana que la región autónoma de «Crimeano se entregará a nadie». En una conferencia de prensa en Kiev, Yatseniuk advirtió a las autoproclamadas autoridades prorrusas de Crimea de que serán responsables ante la ley ucraniana por sus acciones.
Por su parte, Rusia justifica su acción y el comandante de la Flota del Mar Negro rusa, Alexander Vitko, ha remitido un ultimátum a las unidades ucranianas que se encuentran en la península de Crimea para que se rindan antes de las 5.00 de la madrugada de este martes (4.00 hora peninsular española), según ha informado la agencia de noticias rusa Interfax citando fuentes del Ministerio de Defensa ucraniano. De lo contrario, advierte Vitko, ordenará un ataque contra todas las fuerzas ucranianas en la zona.
El presidente ucraniano ha revelado que Rusia ya dio un ultimátum para la rendición de las fuerzas ucranianas en Crimea antes de las 5.00 horas del domingo, pero que finalmente no se produjo ningún ataque.
Rusia se justifica
Además, los responsables rusos afirmaban que la intervención en Crimea es «adecuada» y «legal» ya que está dictada por la amenaza que pesa contra la población de esa república y de las regiones del sureste de Ucrania, habitadas mayoritariamente por rusos, señaló el Ministerio de Exteriores.
En un comunicado, se afirma que «ante el estallido de una situación extraordinaria», en la que «la vida y la seguridad de los habitantes de Crimea y de las regiones del sureste están bajo una amenaza real», Moscú se vio obligado a adoptar tales medidas, en referencia a la intervención militar.
La Cancillería asegura que la población rusa de esas regiones se ve amenazada por las acciones irresponsables y provocadoras de elementos ultranacionalistas.
Sanciones de la UE
Los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea han apelado al diálogo para rebajar la tensión, aunque también estudiarán opciones de sanciones y han condenado en todo caso la intervención militar rusa en su exrepública soviética.
Actualmente ya estudian la posibilidad de aplicar un embargo a la compra de armamento de parte de Rusia si no se alcanza una solución a la crisis en Ucrania, según un proyecto de declaración que obtuvo la agencia AFP este lunes.
«Sin una solución, la UE considerará iniciar los preparativos para futuras medidas específicas, incluido un embargo a las armas», se puede leer en un documento preparado por los embajadores de los 28 países miembros del bloque y los servicios diplomáticos de la UE que puede ser objeto de modificaciones en las próximas horas dependiendo de como se desarrollen los hechos.
A la espera de cualquier decisión que puedan tomar las instituciones comunitarias, los mercados ya muestran su temor por un hipotético conflicto bélico.
El pánico se ha apoderadode los mercados rusos ante la posibilidad de una intervención. La bolsa de Moscú llegó a caer más del 13 % el lunes por la tarde, y el rublo batía niveles récord de debilidad frente al euro y el dólar, lo que impulsó al Banco central a efectuar una inesperada alza de su principal tasa para restablecer la «estabilidad financiera».
Un polvorín
La situación en esta zona del este de Europa cada vez se parece más a un polvorín. Y los sucesos y noticias no se limitan a Crimea, el principal foco de tensión. En el este de Ucrania, alrededor de 700 manifestantes prorrusos han tomado la sede de la Delegación del Gobierno central en Donetsk, donde exigieron a los diputados regionales que desobedezcan a las nuevas autoridades de Kiev, a las que acusan de haber tomado el poder en un golpe de Estado cuando depusieron hace nueve días al entonces presidente ucraniano Víktor Yanukóvich. Kiev también ha sufrido la deserción en masa de la 204 base aérea de las Fuerzas Aéreas, equipada con 45 cazas y 4 aviones de instrucción. Se ha pasado al bando prorruso, que con ayuda de las tropas de Putin (sin distintivos ni uniformes oficiales a la vista) controla la península.
El Ministerio del Interior de Ucrania alertaba también que poseen información acerca de que se está preparando una provocación en el territorio de Crimea, en la que varios soldados rusos serían asesinados para «legalizar la intervención rusa» en esa república autónoma ucraniana.
El viceministro del Interior, Nikolai Velikovich, dijo que sus servicios tienen datos acerca de que la próxima madrugada, del 3 al 4 de marzo, tres o cuatro soldados rusos serán asesinados por desconocidos.
Temor a una invasión
Kiev asegura que buques rusos de las flotas del Báltico y del Norte se han sumado a los de la Flota del mar Negro en el puerto de Sebastopol. Y que Putin ha concentrado numerosos blindados en el en el punto de conexión marítima «Crimea-Cáucaso».
Nuevo puente
Y en medio de este choque de declaraciones que amenaza terminar en guerra, el primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, ha anunciado que Rusia llevará adelante el proyecto de construcción de un puente sobre el estrecho de Kerch, que separa la península de Crimea del territorio de Rusia, firmado con el anterior Gobierno ucraniano.
El anuncio de Medvédev coincide con la escalada en esa región autónoma ucraniana, donde las tropas rusas están hostigando a las fuerzas ucranianas para tomar el control. «Hemos adoptado decisiones que son vinculantes, en particular documentos que fueron firmados en diciembre del año pasado que no han sido modificados ni denunciados por nadie», dijo el primer ministro ruso, en referencia al puente sobre el estrecho de Kerch, citado por las agencias rusas.
En una reunión con la cúpula del Gobierno en las afueras de Moscú, Medvédev recalcó que Ucrania «ha sido, es y será un socio económico-comercial muy importante para Rusia, y el ejecutivo debe ocuparse precisamente de estos asuntos», segun EFE.
El acuerdo para unir con un puente Crimea -poblada mayoritariamente por rusos étnicos- con el territorio ruso fue suscrito entre otros proyectos de cooperación con el Gobierno del depuesto presidente ucraniano, Víktor Yanukóvich, actualmente refugiado en Rusia.
Maniobras militares en Rusia
Rusia ha realizado este lunes una serie de maniobras militares marítimas y terrestres en el enclave ruso de Kaliningrado, en el mar Báltico, según ha informado el Ministerio de Defensa ruso y recoge la agencia de noticias RIA Novosti. El ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, ha declarado que estas maniobras y las revista pasada a 150.000 militares de las unidades occidentales y septentrionales de las Fuerzas Armadas rusas no tienen ninguna relación con la intervención rusa en Ucrania y la crisis política en la que se encuentra sumido este país y según explican las mismas forman parte de una prueba de preparación para el combate ordenada la semana pasada por el presidente ruso, Vladimir Putin, y terminarán este mismo lunes.
Durante la maniobra, la Flota del Báltico rusa atacó con fuego real varios objetivos simulados en aire, mar y tierra que hacían las veces de carros de combate, aeronaves y submarinos.
Fuente: www.lavozdegalicia.es