Al norte de la región de Karelia, cerca de la frontera ruso-finlandesa, está uno de los últimos grandes bosques de Europa, en el que el gigante de la decoración, Ikea, extrae buena parte de la madera con la que hace sus muebles. Y no lo hace de forma sostenible.
Una auditoría realizada a Swedwood, filial forestal de Ikea, ha revelado “grandes desviaciones” de las reglas de explotación en los 700.000 acres sobre los que tiene permisos de explotación en Karelia. Estas reglas tratan de mantener la cobertura arbórea prohibiendo la tala de ejemplares ancianos o de ciertos biotopos claves, entre otras cosas.
En una noticia que resalta le multinacional está acusada de acabar con ejemplares de 600 años de edad, los periodistas Louise Gray y Jonathan Leake informan en The Sunday Times de que el Consejo de Administración Forestal (FSC), que certifica la gestión responsable de los bosques, ha retirado a Swedwood (Ikea) el sello de sostenibilidad tras los resultados de este informe.
Se calcula que Ikea, cuyas ganancias globales el año pasado fueron de 2,7 billones de euros, utiliza alrededor de un uno por ciento de la oferta mundial de madera, material que compone el 60% de sus productos.
La política de comunicación de la multinacional de origen sueco insiste en que es una empresa que promueve el cuidado del medio ambiente mediante la colaboración con sellos como el de FSC, que ahora, sin embargo, le ha sido retirado de su principal área de suministro maderero.
Linda Ellegaard Nordstrom, directora del grupo Protect the Forest Sweden, indica a The Sunday Times que el informe desvela “bastantes deficiencias, pero no describe el mayor problema, que es la fragmentación del bosque”.
No es la primera vez que Ikea es acusa de mala praxis en la gestión de sus ingentes suministros madereros. Ya en 2012 una información de Ida Karlsson destacaba que la empresa “tala cerca de 600 hectáreas de bosques al año”. En esa pieza también se recogían las declaraciones de Olga Ilina, directora de The Karelia Regional Nature Conservancy: “En el norte de la Karelia rusa tenemos una (limitada) cantidad de bosques primarios con un alto valor de conservación. IKEAdice que no opera en bosques vírgenes, pero eso no es verdad”, dijo. Se calcula que apenas alrededor de 10 por ciento de los bosques primarios han sobrevivido en Karelia, según Ilina.
Fuente: Mujer Life