Como un relámpago. Así ha sido la irrupción del movimiento social 'Podemos', que desde la izquierda política pide devolver el poder a los ciudadanos y aplicar el sentido común en las decisiones que se adoptan. Su cara visible, aquí no hay cargos, es Pablo Iglesias, un profesor universitario que ha ganado relevancia en los últimos meses por sus intervenciones televisivas.
-¿A dónde quiere llegar 'Podemos'?
-Queremos decirle a la gente que sí se puede. Pretendemos que la casta política que nos gobierna se entere de que no es justo echar a la gente de sus casas, asumir los recortes o el crecimiento de la pobreza. Hay que recuperar la democracia que nos están robando. Eso es posible como nos han demostrado los vecinos de Gamonal, la marea blanca en Madrid por la sanidad pública o la plataforma antidesahucios. Las elecciones no tiene por qué ganarlas el PSOE o el PP. Debemos darles un correctivo.
-¿Tiene la receta?
-La gente tiene que creérselo. La democracia no es solo votar cada cuatro años. Con la política, cuando te la hacen otros, te acaban robando.
-¿Representan al 15M?
-Es una inspiración. Cualquiera que diga que representa a un movimiento u otro sería un farsante. El 15M fue una sacudida. Ellos dijeron las cosas que muchos teníamos en la cabeza.
-¿Es posible crear un proyecto desde la desafección política?
-Que nadie se equivoque, tenemos afecto por la democracia. Lo que no puede ser es que nos gobierne una casta que no es más que minoría. 'Podemos' debe ser un instrumento útil para dar el poder a los ciudadanos.
-Habla de ganar los grandes partidos. ¿No es demasiado ambicioso?
-Es lo que toca en un momento como el actual. Hay mucha gente en situación de pobreza y se está vendiendo el país por trocitos. Toca ofrecer soluciones serias. Y pensamos que los partidos hay que salir a ganarlos. Nos pedían 50.000 personas que nos avalaran y tardamos menos de 24 horas en conseguirlas. Mire lo que ocurrió en Gijón. Convocamos mil personas sin apenas medios. Nadie se imaginaba que esto pudiera ocurrir.
-¿Acaso no se identifican con otras propuestas de la izquierda?
-Desde aquí les tendemos la mano y les saludamos. Seríamos unos arrogantes si dijéramos que no sirven para nada. Mi padre y mi novia, por ejemplo, militan en IU. Pero esto es un momento excepcional y se necesitan medidas extraordinarias. No podemos mirar al ombligo desde la izquierda. La gente tiene que tener derecho a llevar a su hijo a un hospital o un colegio público. Eso es algo de sentido común y ahora toca empujar e ilusionar. Pero aquí no sobra nadie.
-¿La izquierda ha mirado para otro lado en los últimos?
-Nos gobierna una minoría, que ni siquiera son políticos. Las instituciones públicas están secuestradas por una serie de personas que sobornan a los representantes de la soberanía popular.
-¿Satisfecho con la respuesta en Asturias?
-Ha sido increíble. Asturias es un referente de dignidad y valentía.
Fuente: www.elcomercio.es