CECU ha analizado las opciones que tienen los usuarios para, modificando su contrato, reducir el coste de este bien esencial para cualquier familia.

1. Cambiar de Tarifa de Último Recurso (TUR) al libre mercado. En esta opción las ofertas suelen suponer de una rebaja de entre el 5% y el 10% en el término fijo, lo que depende de la potencia contratada y que, en general, supone un ahorro muy pequeño: por ejemplo, para un hogar con 3,3 kw contratados y un consumo de 3.487 kwh (consumo medio según el IDAE) supone un ahorro de 30 euros/año en relación a la oferta más barata. El comparador de tarifas creado por la Comisión Nacional de Energía nos lleva a la conclusión de que hay pocas opciones de rebajar significativamente nuestro recibo con las ofertas actuales del mercado.
2. Otra opción podría ser bajar la potencia contratada al mínimo posible con el ICP instalado, lo que implica que cuando sobrepasemos los kw contratados saltará el interruptor.
3. La opción más ventajosa, con la que podemos conseguir sustanciales rebajas en la factura, conlleva un cierto esfuerzo por parte del consumidor, ya que requiere el cambio de nuestro contrato a uno con tarifa de Discriminación Horaria (DH) y, con ello, un cambio en los hábitos de consumo de la familia, realizando los mayores consumos de energía (lavadora, lavavajillas, plancha, vitrocerámica, calefacción, etc.) en horario valle (de 22h a 12h en invierno y una hora más tarde en verano). Este sería el ahorro que podría obtenerse, según los datos de la Comisión Nacional de la Energía.

¿Cómo podemos realizar el cambio a tarifa de Discriminación Horaria?
Este cambio puede realizarse a través del comercializador de energía que tengamos contratado. El precio ronda los 9€ y se puede realizar para cualquier tipo de potencia. En caso de tener instalado el ICP y la red inteligente (contador de luz telemático) el cambio sería mucho más ágil. No obstante, desde CECU recomendamos que si desea realizar algún cambio en su contrato utilice el comparador de ofertas y, en su caso, consulte con su asociación de consumidores o a un instalador de confianza
Fuente: www.nuevatribuna.es