El diputado que en nombre del PP rechazó la proposición de ley de Izquierda Plural sobre la pobreza energética para que no corten la luz a las familias que no puedan pagar los recibos, posee cuatro viviendas, dos garajes, un local de oficinas y cuentas en bancos por más de 750.000 euros. La proposición de ley fue respaldada por todos los grupos, menos el PP, que aplicó el rodillo parlamentario e impidió su toma en consideración (172 votos frente a 153). Hoy conoceremos el porcentaje de la nueva subida de la energía eléctrica, que en el tramo regulado y sujeto a la decisión del Gobierno será en torno al 2%, según anunció el martes el titular de Industria.
Como si no hubiera otro diputado con menos propiedades y capacidad económica en las filas del PP, el Grupo Popular añadió su dosis de gazmoñería al debate sobre la pobreza de las familias que pasan frío porque no pueden pagar la luz ni el gas, y designó a Mario Francisco José Flores Lanuza para rechazar la proposición de IU-ICV-CHA, planteada con gran rigor y fundamento por la diputada Laia Ortiz. Este Flores Lanuza es agente-consignatario de carga del puerto de Alicante, con ramificaciones empresariales en Valencia y Barcelona, y ha sido durante once años presidente de la Autoridad Portuaria de Alicante. Desde 2007 a 2011 fue consejero de Transportes e Infraestructuras de la Comunidad Valenciana conFrancisco Camps de presidente.
Con unos bienes raíces declarados hace dos años en el Congreso que incluyen cuatro viviendas en Alicante y un local de oficinas en Valencia (además de una Harley y un Audi), el ahora diputado saltó a la fama por diseñar tres accesos al puerto de Castellón sin contar con Fomento pero para que los pagara Fomento, por el dispendio de 60 millones de euros para montar un circuito de Formula-1 en Valencia y, entre otras materias, por contribuir a tapar las responsabilidades políticas derivadas del accidente del metro, en el que murieron 41 personas en 2006. Su fama aumentó cuando apareció relacionado en la investigación judicial del llamado “caso Brugal” con el promotor y supuesto corruptor Enrique Ortiz, al que, según la investigación, prometió concesiones de conservación de carreteras y del que recibió regalos.
En todo caso, por sus avanzados conocimientos sobre el impacto de las tarifas eléctricas en las familias trabajadoras, Flores Lanuza no parecía la señoría más adecuada para intervenir en el debate sobre la pobreza, según admitieron algunos compañeros de escaño. De hecho, con un lenguaje vulgar y despreocupado, se limitó a repetir la cantinela sobre “el desmadre del Gobierno anterior” en contraste con “los esfuerzos de este Gobierno”. Al socialista Pedro Sánchez, que pidió al Gobierno y al PP que no apliquen el rodillo y acepten el debate sobre un “suelo social” en materia de luz, agua y gas porque las dificultades para pagar las facturas afectan a un porcentaje del 10 al 16% de la población y el paro sigue en el 26% y los salarios siguen bajando, lo despachó diciendo que “la culpa es del Gobierno anterior y usted desvirtúa las cosas”. Y a la proponente, Ortiz, le espetó: “Usted está fuera de lugar y ha hecho demagogia”.
La “demagogia” de la diputada de Izquierda Plural consistió en pedir medidas como las que ya aplican otros países, tales como un “precio social” de la energía a los hogares –incluidas las viviendas de alquiler– de las familias con rentas bajas. Téngase en cuenta que uno de cada tres trabajadores ingresa menos de mil euros al mes. También pidió la aplicación del IVA reducido. Hoy es del 21%. La prohibición de cortar la luz y el gas en invierno (“Tregua invernal”) y que el oligopolio eléctrico (cinco compañías) sea transparente. En 2012, las eléctricas cortaron la luz a 1,4 millones de hogares, el doble que el año anterior. Y tuvieron un porcentaje de beneficio del 6% frente al 3% de sus homólogas europeas.
De la amargura del rechazo del PP frente a la suma de los demás grupos se hizo eco el dirigente de IU, Cayo Lara, en el último pleno de control al Gobierno hasta febrero de 2014. En su pregunta al presidente Mariano Rajoy le pidió el mismo gesto navideño que él había solicitado a Zapatero para que no subiera la luz. Y algo más le pidió: “Tenga usted un gesto y váyase con su Gobierno”. A lo que Rajoy le reprocho que hubiera viajado a Cuba (como el presidente de Galicia,Alberto Núñez Feijóo) en vez de acudir al Congreso a celebrar la Constitución. Y a continuación, asombró a propios y extraños al reivindicar las conquistas sociales y el Estado del Bienestar que está desarmando y privatizando a toda prisa y que, según dijo, “muy pocos países del mundo tienen: pensiones, educación, sanidad, seguro de paro y servicios sociales”. El mundo al revés.
Fuente: www.cuartopoder.es