En una reciente entrevista a Mariano Rajoy, publicada en “El País”, el presidente del Gobierno, entre otras cosas, dijo lo siguiente: “Lo que más me preocupa es que Alemania tenga claro adónde vamos”. Cada vez se confirma más el hecho de que España no está bajo las directrices de la Unión Europea sino que está bajo el ordeno y mando de Alemania, para ser más exacto hay que señalar que bajo el ordeno y mando de Ángela Merkel sin dejar de lado al presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, el dueño y señor de los caudales económicos de la Unión Europea.
Pues sí, se confirma que no estamos en la Unión Europea, sino en manos de Alemania. La Unión Europea se concreta en lo que dicten estos dos personajes, principalmente en lo que la Merkel ordene. En el Partido Popular hay un miedo ancestral a Alemania que viene de los tiempos en que José María Aznar, ejercía, de 1996 a 2004, de arrogante pavo real y presumía ante quien quisiera escucharle, de que España era el país que más crecía cuando solamente era el que más ladrillos movía, no dinero, porque el tiempo ha venido a demostrar que no había dinero para tanto ladrillo, como se ha demostrado que tampoco eran días de vino y rosas sino que los españoles estábamos inmersos en una burbuja que nos impedía ver que aquello era “pan para hoy y hambre para mañana” y creo que esto no hace falta demostrar que era así, no hay más que ver en la situación en que estamos.
Pues sí, Aznar andaba con la “cola” desplegada y con el paso majestuoso ufanándose de su “milagro” económico. Actitud que le llevó a decir por activa y por pasiva que España estaba creciendo más que Alemania, afirmación sin base firme pero que hizo recapacitar a los alemanes, entonces liderados por el canciller Gerhard Schröeder, recapacitar en el sentido de plantearse que como era posible que un país que estaba siendo “auxiliado” por la Unión Europea a través de los Fondos de Cohesión y de las ayudas a las regiones españoles calificadas como Objetivo 1, creciera más que Alemania que era el país que mayormente contribuía a mantener la Unión Europea.
Esta arrogante y lamentable actitud de Aznar llevó a los alemanes a plantear en el seno de la UE que si España estaba creciendo “más que nadie” que había que ir pensando en retirarle las ayudas, que por cierto eran miles de millones de euros, porque dado lo dicho por su presumido presidente España andaba “sobrada”, cuando el único que andaba sobrado era el fatuo de su presidente, sobrado de un orgullo sin fundamento y de una suficiencia virtual. Como todos recordamos España perdió prácticamente las ayudas de la UE, ayudas que sirvieron para levantar nuestro país y crear infraestructuras de todo tipo que sirvieron para un mejor desarrollo, aunque el desarrollo experimentado en Aznar era el de su lengua.
Estas fanfarronerías de Aznar nos costaron caras a los Españoles y está claro que desde entonces Alemania tiene atada corta a España y es la que lleva las riendas de por donde tenemos que ir los españoles. Estas son las consecuencias de una política, la de Aznar, de presumir de rico, ante los ricos, siendo pobre. Los pobres pueden tener su orgullo, pero nunca deben demostrarlo ante los poderosos en lo que a cuestiones económicas se refiere, porque puede ocurrir lo que le está ocurriendo a España.
Aznar dijo de Felipe González, que iba mendigando por Europa, pero esa mendicidad se tradujo en miles de millones de ayudas europeas para España pero que Aznar con su bravucona y presuntuosa actitud cortó el flujo de esas ayudas. No se trata de someterse ante el poderoso, se trata de actuar con astucia y prudencia para vencerle. A Rajoy le preocupa mucho que Alemania tenga claro adónde vamos. A los españoles nos preocupa más el no saber adónde nos va a llevar Rajoy.
Pascual Mogica
Fuente: Hacía una España Mejor