A pesar del rechazo internacional, Japón vuelve a cazar ballenas en la Antártida. Los balleneros nipones han zarpado esta mañana en un viaje que durará cuatro meses.
El Gobierno argumenta que sus capturas se hacen con fines científicos. El año pasado, la Corte Internacional de Justicia dictaminó lo contrario: suspendió a Japón durante un año de esta práctica porque consideró que la misión tenía un objetivo comercial.
"Los balleneros científicos zarparán para una nueva misión de investigación en la Antártida el 1 de diciembre de 2015", indicó la agencia japonesa de pesca en un comunicado publicado en su web. La misión, que durará de diciembre a marzo, incluye un barco principal y otros tres navíos con una tripulación total de 160 personas.
Japón presentó luego un nuevo plan de caza ante la Comisión Ballenera Internacional (CBI), que prevé la captura de 3.996 ballenas enanas (también llamadas rorcuales o ballenas de Minke) en la Antártida en los próximos 12 años. Se trata de una media de 333 por temporada, frente a las 900 del plan condenado por la justicia internacional.
El gobierno japonés considera que estas capturas son necesarias para reunir información sobre la edad de la población de ballenas y definir así un nivel de capturas que no amenace la supervivencia de la especie.