Considera que el éxito de 'El Intermedio' se debe, en parte, a que nació con La Sexta, y al "tamizado" que realiza de las noticias y apela a reflexionar sobre la gran concentración de medios que hay en España en la actualidad en manos "de gente que no es periodista".
Diez años de vida de forma ininterrumpida de un programa de televisión en España no se pueden contar todos los días, y más cuando se ubica en una hora de máxima audiencia, peleando contra pesos pesados como el Telediario de TVE-1 o El Hormiguero de Antena-3, aunque José Miguel Monzón Navarro (El Gran Wyoming) tiene claro que es la necesidad de información independiente lo que ha hecho que El Intermedio haya cumplido su primera década de vida en antena, y vaya camino de la segunda.
Para este médico nacido en 1955, que solo ejerció como tal durante el servicio militar, “El Intermedio es un programa que tuvo la suerte de nacer con la cadena, y esto le ha dado la posibilidad de tener un tiempo de emisión instalado en prime time”, aunque admite que “está en un espacio que realmente no le corresponde, por ser un programa que da mucha información. Pero creo que ha dejado claro que cuando a la gente la dan información, la coge de buen grado, pero hay que hacerlo con un toque de entretenimiento, porque si no, no cuela”.
Y en este sentido, continúa: “Se dice que la gente no quiere información cuando llega a casa por la noche, porque llega cansada del trabajo y cosas así, pero si la das con vaselina, funciona”. El Gran Wyoming -casi nadie le llama José Miguel- atiende a eldiario.es/andalucia en Gerena, un municipio sevillano que anualmente entrega el Premio de Comunicación Manuel Alonso Vicedo, en recuerdo al periodista vecino de la localidad fallecido trágicamente hace 43 años.
En esta localidad reflexiona, entre otras cosas, sobre los premios como el que recibe en esa misma jornada, y lo hace con su particular toque: “Los premios son una mierda, pero cuando se lo dan a otros. Cuando se los dan a uno están muy bien”. Recuerda la anécdota que le sucedió a Camilo José Cela con el Premio Cervantes, “que en una rueda de prensa le preguntaron por él, y dijo que no le interesaba, hasta que se lo dieron, y hasta se enfadaba cuando le recordaban esa grabación”. Él dice tenerlo claro: “Yo, particularmente, lo recibo con humildad, pero no debe uno creerse que es diferente porque recibe premios, ya que cuando uno está expuesto a la audiencia, la popularidad es lo que trae, así que los acepto agradecido, como un acto de generosidad y afecto la gente que lo da, y no se puede ser grosero o maleducado con ese tipo de cosas”.
“Hay demasiados medios en manos de gente que no es periodista”
Acostumbrado a lanzar decenas de puyas diarias desde su plató, El Gran Wyoming se detiene también a analizar el estado actual general de la prensa en España, de la que dice que “el gran problema es la gran concentración de medios en manos de gente que no tiene que ver con la comunicación”. Y se explica: “Antes, los diarios tenían su línea editorial, pero pertenecían al mundo de la prensa, pero ahora pertenecen a grupos de poder”.
No obstante, existen todavía algunas cuestiones que se pueden solventar, y de las que se pueden sacar conclusiones, como la incursión de los periódicos digitales en la vida diaria de las personas: “Ahora hay otras vías nuevas de información, como internet, que revolucionó el mundo en todos los sentidos cuando llegó, y también lo ha hecho con la información. Ahora, todo va a pasar por ahí, aunque creo que también se acabará controlando internet, o al menos las fuentes de las que se nutren redes sociales como Twitter”.
Con argumentos como ése, ha recibido el que se considera uno de los premios de comunicación más importantes en suelo español. Un galardón que, tradicionalmente, se entrega en el mes de junio, pero que se ha llevado este año a octubre para coordinar la agenda del galardonado, del que se ha valorado su trayectoria y el respaldo de la audiencia durante casi diez años al programa que conduce en La Sexta. Según el jurado se trata de “un informativo único en la televisión, que analiza la actualidad diaria con sentido crítico y mucha dosis de humor”.
El Premio de Comunicación Manuel Alonso Vicedo recibe el nombre del que fuese director de Radio Sevilla Cadena SER, ganador de cuatro premios Ondas, que falleció a los 33 años en un accidente de tráfico. Los profesionales de la comunicación premiados en las ediciones anteriores son Iñaki Gabilondo, José Antonio Sánchez Araujo, Tom Martín Benítez, Jesús Quintero, María Esperanza Sánchez, Lorenzo Milá, Ana Rosa Quintana, Matías Prats, Ana Blanco, Rosa María Calaf, Gemma Nierga, María Teresa Campos, Ezequiel Martínez, Pepa Bueno y Javier Gutiérrez, además de la RTVA por su 25 aniversario. Todos ellos han recibido personalmente la escultura del artista local Antonio Polo, símbolo oficial del premio, que se entrega en la localidad de la que era originario Vicedo.
Fermín Cabanillas | eldiario.es