Si el PP y Convergencia más que aliados han sido siempre un matrimonio de amor y conveniencia, si en el PP hablaba catalán hasta el mismo Aznar en la intimidad, si siempre Convergencia le ha lamido el orto al PP y a la monarquía, incluso en los últimos tiempos de recortes y tropelías varias, han estado de acuerdo en todo, están de acuerdo en todo, hasta en taparse sus múltiples corruptelas: “Gürtel”, “Bárcenas”, “Emarsa”, “Púnica”, “Nóos”, “Palau”, “Innova” “ITV”, Banca Catalana”, “Bankia”, “preferentes”…
De repente dos reaccionarios y mediocres mandatarios comienzan a tirarse los trastos a pesar de que son tan iguales que si fuese matrimonio llegarían al orgasmo siempre en el mismo instante. ¿Por qué?
Todos esos casos están a punto de estallar, ya no se pueden demorar más, si se habla de independencia de Cataluña no se habla de otra cosa, ni a Mas ni a Rajoy les importa la gente, son patriotas de trapo. El PP tiene una larga trayectoria jugando a alentar lo más reaccionario de la sociedad tanto para enfrentar al resto de los españoles a los vascos como a los catalanes, no les ha importado cuando ETA mataba, poner zancadillas al PSOE en sus negociaciones con ETA para poner fin al terrorismo, con tal de conseguir votos, incluso llegar a inventarse miserablemente la autoría del 11-M, provocando dolor e insultando a las víctimas y familiares.
Pero ETA afortunadamente dejó de matar y ya la estrategia no les servía, entonces giraron sus ojos hacía Cataluña, primero fue oponerse a un estatuto que casi todas las comunidades autónomas copiaron, incluidas las del PP, País Valenciano por ejemplo. La recogida de firmas, el boicot a los productos catalanes, las amenazas, incluso de intervención militar…
Ahí estaba la solución, y jugaron y están jugando a eso, la gente no habla de que les han robado derechos fundamentales, que les han robado y les siguen robando la cartera, la gente habla de los catalanes o de los españoles, no de los ladrones. El PP y Convergencia están convencidos de que si llegan a diciembre con la cuerda tensa, como lo está ahora, el tema de la campaña electoral no serán la corrupción, los recortes, el hambre que pasan millones de españoles, los más de cinco millones de parados, cuatro de ellos sin ningún tipo de prestación entre los que me incluyo, de una juventud sin futuro, o la reinstauración de la dictadura a través de la Ley Mordaza y la reforma del Tribunal Constitucional, hablaran o seguirán hablando de Cataluña, de banderas monárquicas o esteladas, de la independencia y del centralismo y …
Nada se puede no se debe hacer con esos dos partidos, el único acuerdo posible, debiera ser para apartarlos al poder, agilizar la justicia, sin jueces a sueldo o amiguitos del alma y con todos los delincuentes y ladrones en la cárcel, incluidos los 715 delincuentes de la lista Falciani, que pronto se impidió que siguiesen saliendo nombres y que si saliesen como dijeron en su momento iban a temblar importantes instituciones.
A esta situación jamás se habría llegado si al frente de los gobiernos hubiesen estado personas capacitadas para ello y si además a los dos principales partidos no les hubiese traído cuenta sacar rédito electoral.
En mi opinión la única solución es desarrollar un Estado Federal, con todas sus consecuencias y riesgos, es decir una República Federal, donde realmente los pueblos que conforman España se sientan representados, no en forma de 17 comunidades autónomas con duplicidad de parlamentos y gestiones, sino un máximo de diez u once estados federales que fuesen coparticipes de la gobernabilidad de la República, sin que se pudiese volver a jugar a juegos tan peligrosos como los que llevan a cabo PP y Convergencia.
Paco Arenas
Fuente: España por la República