El PSOE e Izquierda Plural han retomado el asunto de la exhumación de los restos del dictador, de sacarlos de la Basilica del Valle de los Caídos y para ello junto con ciertas actuaciones de remodelación del complejo piden dinero, más o menos cuatro millones de euros. Estaremos todos de acuerdo en que la cantidad es totalmente injustificable, cualquier funeraria del país haría el trabajo por unos miles de euros y el problema quedaría resuelto, una vez que los restos del dictador y de José Antonio fueran entregados a sus familiares sería el momento de decidir que hacer con el "Valle".
Desgraciadamente la Ley 52/2007 no se define en relación con el destino del Valle de los Caídos a pesar de que dispone de un artículo exclusivo referido al mismo:
Artículo 16. Valle de los Caídos:
El Valle de los Caídos se regirá estrictamente por las normas aplicables con carácter general a los lugares de culto y a los cementerios públicos.
En ningún lugar del recinto podrán llevarse a cabo actos de naturaleza política ni exaltadores de la Guerra Civil, de sus protagonistas, o del franquismo.
Si tenemos en cuenta que todo el "Valle" en si mismo es un homenaje al dictador, su particular mausoleo, una exaltación del golpe de estado, de la posterior sublevación militar y de la dictadura franquista, parece claro el soporte legal que ampara las peticiones de PSOE e Izquierda Plural en relación con las exhumaciones y también que estas deberían contar con el beneplácito de todos los partidos politicos con representación parlamentaria.
Según estudios forenses realizados en 2010 se encuentran depositados en las fosas comunes de sus criptas los restos de 33.847 personas de las cuales solo están identificadas 21.317, la inmensa mayoría , por no decir su totalidad, prisioneros republicanos obligados a compartir fosa con su verdugo y que igualmente deberían ser trasladados.
El mausoleo parece que ni siquiera pertenece a Patrimonio Nacional aunque es el Estado quien corre con los gastos de su mantenimiento según una ley promulgada por el dictador el 23 de agosto 1957 y aún vigente, ley en la que se otorga la custodia y uso a la Iglesia Católica sin que ésta tenga que rendir cuentas sobre sus actividades o ingresos derivados de su explotación, una ley que define al complejo así:
"Un magno monumento destinado a perpetuar la memoria de los Caídos en la Cruzada de Liberación para honra de quienes dieron su vida por Dios".
Se habla de "remodelar" el "Valle" para convertirlo en un lugar dedicado a la memoria de las victimas de la Guerra Civil, hace un año Santos Juliá, Profesor emérito de Historia Social y Pensamiento Político, fue preguntado por esta opción y expresó lo siguiente:
"Es un lugar de resignificación imposible, es un monumento de los vencedores para celebrar el triunfo de la cruz y el triunfo de la cruzada. Resignificarlo como lugar de encuentro o reconciliación me parecía imposible, no podía ser. Y, como habían aparecido unas grietas, dejar que la naturaleza siguiera su curso, dejar de atender su mantenimiento. Sólo podrá ser un lugar hermoso cuando sea un lugar en ruinas. Los frailes que se vayan a otro lugar. Dejarlo que caiga. Eso es lo que haría yo. En el caso de que siga, hay que trasladar los cuerpos a tumbas familiares, eso por supuesto. Es de cajón." ( eldiario.es 13.09.2014)
Comparto totalmente lo expresado por el profesor Juliá, su coste es cero y su derrumbe paulatino a causa de su progresiva ruina vendría a recordarnos el destino de la dictadura franquista y de sus símbolos.
Benito Sacaluga