Desde hace 76 años, el pueblo español aguanta heroicamente a unos fascistas traidores que invocan un patrioterismo de charanga y pandereta (como diría Machado) para vender España a las potencias occidentales. Ellos que tildan de "anti-España" a quienes no comparten su centralista, patriotera, egoista, cerrada y manipuladora definición de la realidad nacional, carecen de toda autoridad moral; ya que son ellos los que a lo largo de la historia han permitido que Gibraltar no solo permanezca como colonia de Reino Unido, sino que además expandiese su territorio en suelo español para construir un aeropuerto; mientras ellos se apropiaban por la fuerza, con el apoyo total del fascismo-capitalismo y de la iglesia católica, del poder que no pudieron obtener democráticamente...
Son ellos, los que permitieron el establecimiento de bases militares de EEUU y siempre respaldan su política internacional invasiva e imperialista. Son ellos, quienes se enriquecen a costa de las instituciones de todos los españoles y se lo llevan a Suiza.
Son estos señoritos quienes viven en hoteles de cinco estrellas y mansiones CON NUESTRO DINERO, EL DINERO DEL PUEBLO ESPAÑOL, mientras pretenden que el pueblo sea salvajemente explotado, engañado y mareado por trileros mediáticos. La riqueza no la genera un millonario explotador; la riqueza la generas tú día a día con tu trabajo, (cuando lo tienes...) mientras te pagan menos de la mitad de lo que mereces.
Después de que Juan Carlos fuese puesto a dedo por el fascista-genocida Franco, al régimen se le dio un maquillaje de pseudodemocracia en la falsamente denominada "transición"; en la que los fascistas se "convirtieron" en "demócratas de toda la vida", creando en su momento la UCD y la AP o PP actual. Junto a un PSOE que olvidó el significado de sus siglas, se alternaron en el poder para dar migajas, traicionar a quienes depositaron su voto por ellos en innumerables ocasiones, participar en conflictos armados indeseados, hipotecar el futuro de España... Para ponerse al servicio de su billetera en lugar de servir a España y aún menos pensar en la voluntad de sus votantes.
El 15-M como primera movilización heterogénea y espontánea en la madrileña Plaza de Sol, supuso la primera llamada de atención que ha tenido la oligarquía, desde el inicio de la última y más grave crisis del capitalismo desde el crack del 29. Conforme reentró el fascismo de nuevo en el poder y no solo no resolvió la situación sino que la agravó, se gestó un clima de violencia producido por su "buen gobierno", de recortes antisociales y confirmación con hechos, del robo a manos llenas que el partido podrido hace al pueblo español dese su fundación.
La izquierda tuvo y aún tiene a pesar de las injustas leyes "mordaza" y "D'Hondt", la oportunidad de pugnar en la arena política; y con ello, la oportunidad de decir las cosas tal y como son, para obtener el poder en las urnas. España, que es la patria nuestra que amamos, (aunque haya trileros mediáticos que digan lo contrario...) nos necesita con las ideas claras para dirigirnos a un objetivo que tenemos en común: la justicia social para el pueblo; o dicho más claramente: "Pan, trabajo, techo y dignidad". España se merece que estemos a la altura de las circunstancias, como lo estuvieron en su momento héroes como Viriato, El Cid, Ibn Jahwar, Vicente Peris, Blas de Lezo o Rafael de Riego. Líderes ejemplares que son historia de nuestra patria y nos guiaron, poniendo a disposición del pueblo su inteligencia, voluntad y arrojo heróico al servicio del pueblo, para que el pueblo tenga un futuro de libertad, dignidad y prosperidad.
Desde aquí invoco el ingenio necesario, para crear una candidatura de unidad popular, que sirva para arrebatar democráticamente el poder a los oligarcas que viven a costa de nuestro esfuerzo. El pueblo español no solo tiene como únicas opciones las que el régimen promocione, (PP, PSOE, Ciudadanos, Podemos...) sino que también puede crear su propia opción electoral, uniéndose entorno a un nuevo proyecto de base que tenga como fin alcanzar el objetivo electoral.
¡Viva España!
¡Viva la República!
Vittorio Fuggini