Quantcast
Channel: Eco Republicano | Diario República Española
Viewing all articles
Browse latest Browse all 15256

Pedro Sánchez y la bandera: los símbolos sí que tienen importancia.

$
0
0
Este domingo se presentó Pedro Sánchez como candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno. No se esperaba otra cosa, sobre todo teniendo en cuenta que el actual Secretario General socialista organizó un calendario a la carta, un calendario donde no podía haber otro resultado que no fuera el que se ha producido. Desde los sectores del partido que confunden la lealtad con la sumisión, que confunden la lealtad con la mordaza, no se han oído críticas a dicho calendario, las mismas críticas que se hicieron a otros compañeros que con un sistema de convocatoria de primarias donde no se llegó a votar, como ocurrió ahora, y se afirmó desde esos sectores que las primarias en Madrid o Extremadura, por ejemplo, estaban manipuladas. Con las no-primarias en las que Pedro Sánchez fue avalado «masivamente» por apenas el 15% de los militantes se logró el objetivo de la Ejecutiva de Ferraz: la proclamación por aclamación de Pedro Sánchez como candidato a la Moncloa, queriendo dar una imagen de unidad que no es tal, sobre todo teniendo en cuenta que tras haber obtenido el peor resultado de la historia en unas Municipales y Autonómicas, se está produciendo una fuga de militantes, no ya sólo de votantes, por la deriva personalista de la Ejecutiva y de su Secretario General. Esa tendencia hacia el culto a la personalidad lo vimos el domingo. 






La puesta en escena fue todo lo contrario de lo que se espera de un candidato socialista, repito, DE UN CANDIDATO SOCIALISTA. En primer lugar, la bandera, sí, la bandera que presidió parte del discurso de Pedro Sánchez. Se ha dicho que la presentación de la bandera de España es un contraataque contra los que desde la derecha se han dedicado a afirmar que el PSOE se había pasado a la extrema izquierda abandonando su centralidad. Si para callar a Rajoy hay que sacar a pasear la bandera de España, envolverse en ella y dar un discurso con una escenografía de la que el propio Rajoy podría haber sido protagonista es que no se está entendiendo nada, es que no se han detectado los verdaderos problemas de credibilidad del PSOE. Yo, personalmente, no me molesta que en los actos del partido esté presente la bandera, pero la simbología sí que es importante, sobre todo cuando el candidato socialista ha desechado los símbolos propios del PSOE para mostrarse ante los españoles como el ejemplo de la moderación, del cambio tranquilo. ¿Para esto es necesaria la bandera? Evidentemente, no. 

Hubo un tiempo en que fue necesaria la utilización de la misma por parte de la izquierda para calmar los ánimos y evitar males mayores. Todo el que haya tenido interés en estudiar un poco de la historia de nuestra democracia recordará aquel Comité del Partido Comunista celebrado unos días después de la legalización por parte de Suárez en que Santiago Carrillo sorprendió a todo el mundo, comunistas incluidos, colocando la rojigualda junto a los símbolos del PCE. En aquel 1977 fue necesaria esa utilización para evitar que se produjera una rebelión militar. Sin embargo, lo del domingo no tenía sentido, más allá de otras interpretaciones. En su afán de ser el protagonista de todo Pedro Sánchez se olvidó de algo muy importante: el significado de los símbolos. La bandera bicolor es un símbolo que se ha apropiado la derecha española, lo mismo que la exaltación de la misma. Por tanto, el hecho de que el lunes todas las portadas muestren a Pedro Sánchez con el banderón tras él transmite precisamente un mensaje que es el contrario al que debía transmitir el candidato socialista porque defender la moderación y la centralidad tras los ataques interesados de la derecha utilizando la bandera es no entender el verdadero problema del PSOE, el problema derivado de las políticas tomadas en los dos últimos años de gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, medidas que podría haber adoptado Mariano Rajoy sin que se le cayeran los anillos. Pedro Sánchez con su bandera quería mostrar moderación para que el votante más moderado, el votante de eso que se ha dado en llamar centro-izquierda no deje de apoyar al PSOE. Ahí es donde se encuentra el problema de no entender la realidad, de no entender dónde se encuentra el problema que le ha hecho tener los peores resultados electorales de la historia: la fuga de votos hacia otras opciones de la izquierda. Desde luego, con la escenografía del domingo esos votos no se van a recuperar. 

Hay quien dice que se ha querido aplicar en esta proclamación de Pedro Sánchez como candidato a la Presidencia del Gobierno técnicas de marketing político importadas de Estados Unidos. La bandera, la mimetización del proyecto político en la persona del candidato, la presencia de la pareja/esposa/marido en el escenario con el mismo nivel de protagonismo, el tipo de traje, el color de la camisa para contrastar con el color de la corbata. Ese es otro error de quienes han planificado la puesta en escena de la proclamación del candidato por una razón muy simple: tanto el tipo de política como el tipo de electorado es muy diferente en los Estados Unidos que en España. Mientras en USA sí que hay un personalismo claro en las candidaturas en España se votan listas, se votan proyectos. Sin embargo, en la deriva de culto a la personalidad que se ha impuesto en el PSOE de Pedro Sánchez tal vez se trate de un paso más hacia esa mimetización del partido con su Secretario General, hacer ver a los españoles que el PSOE es Pedro Sánchez y nada más, que, tal y como dijo César Luena, o Pedro Sánchez o la nada, del mismo modo en que Rajoy dijo que «o el PP o el caos». 

En Estados Unidos tal vez sea efectiva la presencia de la bandera enmarcando al candidato y su pareja sentimental. En España, y tratándose de un partido de izquierdas, desde luego no, sobre todo porque el votante de izquierda no se siente cómodo con esa escenografía teniendo en cuenta los años en los que se luchaba por la democracia contra un régimen dictatorial y genocida que, precisamente, hacía un uso desproporcionado de los símbolos nacionales. 

Somos muchos los que seguimos pensando que la renuncia del PSOE a su ADN republicano en favor de una mal entendida lealtad es una traición a quienes dieron su vida por defender los valores democráticos. La bandera española presidiendo del modo en que presidió el domingo la proclamación de Pedro Sánchez es un ejemplo más de que se quiere desterrar del ideario del partido un elemento ideológico por el que miles de socialistas dieron la vida, por el que miles de socialistas fueron torturados, por el que miles de socialistas se pusieron al frente de los pelotones de fusilamiento al grito de ¡Viva la República! No es que esa enseña rojigualda sea contraria a los valores republicanos, pero es un modo de resignarse ante el actual modelo de Jefatura del Estado. Y eso no. En su propio discurso y en entrevistas concedidas a diferentes medios Pedro Sánchez ha mostrado su ignorancia de la historia del PSOE al afirmar que presentar la bandera es un modo de homenajear a quienes lucharon por la democracia. Señor Sánchez, quienes dieron la vida desde el PSOE gritaban en distintos congresos del PSOE «España, mañana, será republicana» y hondeaban la tricolor como un símbolo de lo que está en el ADN socialista. 

Pero, bueno, no se puede esperar nada más de alguien tan simple. Ha utilizado un modo de presentarse similar al de los candidatos de las primarias americanas porque allí el culto a la personalidad es algo normal olvidándose de que el PSOE tiene más de 130 de historia. Tal vez cree, dentro de su modo personalista de entender el liderazgo, que el Partido Socialista comienza su historia con él. De ahí la campaña por la que nos invitaban a asistir al acto de proclamación porque «hay momentos en la vida en que sabes que estás formando parte de la historia, de algo que contarás años más tarde, del “yo estuve allí”».

José Antonio Gómez

Viewing all articles
Browse latest Browse all 15256

Trending Articles