“Ante el primer aniversario de la abdicación de Juan Carlos I y la proclamación como rey de Felipe VI, desde Unidad Cívica por la República (UCR) hace un llamamiento a la ciudadanía para reafirmarnos en nuestra postura de que en España en lugar de adjudicar a dedo la Jefatura del Estado, se impulse un proceso constituyente que culmine con la proclamación de la III República Española”. Así comienza el Manifiesto de la Unión Cívica por la República (UCR) con motivo de éstos dos acontecimientos acaecidos hace un año.
Por su parte la Junta Estatal Republicana (JER), que integra a más de cincuenta organizaciones y formaciones políticas, en rueda de prensa celebrada el pasado día 2 de junio, anunció también su llamamiento a la ciudadanía para que se movilice en cada plaza de este país el próximo día 19. En Madrid, la JER y otras organizaciones convocan una concentración el viernes 19 a las 19 horas en la emblemática Puerta del Sol. En otras capitales y pueblos también han sido elegidos para manifestarse o concentrarse los lugares más simbólicos.
Para la JER, “Felipe VI no es modernidad sino continuidad, es un jefe de Estado impuesto por el bipartidismo ante la crisis de régimen para impulsar una segunda transición que sea más de los mismo”. Según afirmó Francisco Pérez, miembro de la Coordinación Estatal de la JER un rey impuesto, debido a que a pesar del clamor popular que reclamaba un referéndum ‘monarquía o república’, se le negó al pueblo español este derecho de forma autoritaria y antidemocrática. La República no es ya una utopía, sino una necesidad y un objetivo real sobre el cual debemos articularnos –trabajadores, ciudadanos, organizaciones…- en torno a una propuesta política de futuro”.
A propósito de la segunda transición -de la que habla la JER-, que apuntale la monarquía borbónica restaurada por Franco, ya está puesta en marcha desde todos los poderes del Estado y desde los grandes medios de comunicación, se quiere blindar al monarca con un entramado político entorno a su figura, que desde el principio de su reinado trató de romper con el pasado, algo difícil ante los casos judiciales que salpican a su propia hermana, la Infanta Cristina, sin que se hayan olvidado los escándalos concernientes a su padre Juan Carlos I.
Ya es cuestión de tiempo que la infanta Cristina y su marido Iñaki Urdangarín se sienten en el banquillo de los acusados, por las causas judiciales de todos conocidas. De ahí, que Felipe VI recientemente haya tomado la decisión de reprobar a su hermana la infanta Cristina e impedirle el uso del título de Duquesa de Palma, en una operación cosmética de autoprotección más que de eficacia. La hermana del rey en claro enfrenamiento, dice haber renunciado al uso de tal título antes de que su hermano, el rey le reprobara.
Esto ha venido a eclipsar otra noticia que ha saltado casi simultáneamente y que no tiene eco en los grandes medios de comunicación, que desde el próximo día 19 de junio, la hija de los reyes, la infanta Leonor, de 8 años de edad, será proclamada, entre otros títulos Princesa de Asturias y percibirá mensualmente un salario de 8.358,66 € algo que muchas/os trabajadoras/os, no ganan en un año.
Todo esto enturbia el deseo de los poderes fácticos de blindar al rey Felipe VI y que merece las críticas por parte de gran parte de la ciudadanía.
“Los republicanos, los que deseamos un cambio de régimen, los que luchamos por la III República, debemos ser los impulsores de esa segunda transición, queremos libertad individual y colectiva como eje fundamental del ser humano; igualdad para una vida digna en un planeta habitable, centrada en la justicia social y la justicia ambiental; y fraternidad, esa gran olvidada, como solidaridad entre nosotros y nosotras y los diversos pueblos para convivir en paz. En definitiva, Derechos Humanos frente a la barbarie y el capitalismo. República frente a la monarquía franquista”. Se recoge en varios comunicados elaborados por diferentes organizaciones republicanas de todo el Estado español.
Los resultados electorales del pasado 24 de mayo, también son tratados en los diferentes manifiestos. Desde UCR se señala que “el proceso electoral del pasado 24 de mayo, ha abierto un nuevo tiempo en la política española que anuncia el final del bipartidismo. Pero si el bipartidismo ha muerto, no se puede decir lo mismo de los partidos que lo conforman hasta ahora y conviene tenerlo en cuenta. Ni el PP ni el PSOE han sufrido una hecatombe pese a los escandalosos casos de corrupción de una y otra formación”.
Por parte “la JER ha valorado muy positivamente el éxito de las candidaturas de Unidad Popular o de convergencia de fuerzas alternativas a este régimen monárquico neoliberal, que serán un importante instrumento político para el cambio de régimen de este país, y por tanto para una profunda transformación del Estado y de la sociedad, lo que necesita la gente, los ciudadanos/as, los trabajadores/as…”
Desde todos los puntos de la geografía española se hacen llamamiento a concentrase o manifestarse para mostrar la repulsa contra el rey impuesto.
Valentín Ruiz, portavoz también de la JER, señaló que la JER “está promoviendo de cara a la constitución de ayuntamientos y comunidades que los cargos públicos republicanos asuman la promesa del cargo por exigencia legal, dado que un cargo público republicano solo puede prometer el cargo en conciencia de esa forma, y de hecho cada vez son más los cargos públicos que vienen utilizando las fórmulas de promesa de cargo de la JER”.
En todas las organizaciones republicanas se reivindica “la III República, el fin de la impunidad de los crímenes franquistas. Felipe VI, al igual que hizo su padre y antecesor, olvida las víctimas de la barbarie franquista. Olvida que aun hoy hay más de 150.000 luchadores por la libertad enterrados en campos y cunetas, olvida que eran luchadores en defensa de la II República Española, masacrada por el fascismo y el nazismo, que pusieron sus armas al lado del general Franco, que había jurado lealtad al régimen republicano legalmente establecido”.
La totalidad de las organizaciones republicanas añaden que “nos reafirmamos y apoyamos la petición de un proceso constituyente que culmine con la proclamación de la III República española, algo que ya se vislumbra en el horizonte pese a la represión contra la ciudadanía que ejerce el gobierno del PP, mediante la “Ley mordaza” y otras leyes restrictivas”
Por todos ello, “las organizaciones republicanas hacen un llamamiento a la ciudadanía para que el próximo día 19 de junio, primer aniversario de la proclamación como rey de Felipe VI, se manifieste contra el rey impuesto. Estas movilizaciones en todo el territorio nacional, han de servir para aglutinar a todas las fuerzas republicanas en un solo grito de Viva la III República. Exigimos que los ciudadanos y ciudadanas seamos quienes decidamos la forma de Estado. La JER convoca y apoya todas las movilizaciones unitarias para pedir un proceso constituyente que la ciudadanía reclama en la calle y en las urnas para hacer realidad la III República, que devuelva la dignidad a los hombres y mujeres que en defensa de la II República y en lucha contra el fascismo dieron su vida y a los que aun hoy, no se les ha hecho justicia”.
Llamamiento para una Alternativa Constituyente
Como se recordará, el pasado 14 de abril, la JER hizo público un llamamiento para una Alternativa Constituyente, cuyo texto completo reproducimos y que ha sido firmado por Izquierda Unida, Iniciativa per Catalunya Verds, Chunta Aragonesista, Partido Comunista de España, Los Verdes, Alternativa Socialista, Izquierda Republicana, Batzarre, PCE-ML, Republicanos, Unidad Cívica por la República, Movimiento Democrático de Mujeres, UJCE y Ezker Anitza-IU.
La Junta Estatal Republicana, junto con las formaciones políticas y sociales firmantes de la Declaración en el Ateneo (firmado el pasado 6 de junio de 2014, con motivo de la abdicación del monarca), ha acordado hacer público este llamamiento para una Alternativa Constituyente.
Vivimos en un momento de crisis estructural, institucional y social, y el país que tengamos cuando estas crisis sean vencidas dependerá de quien consiga imponer su modelo de salida. Se trata por lo tanto de un momento de alto riesgo, pero también de una oportunidad de construir un nuevo proyecto de Sociedad.
En España, la propuesta antisocial, austericida y autoritaria de la derecha se lleva por delante avances y conquistas sociales y aparecen todas las miserias y sufrimientos que provoca el modelo de acumulación capitalista y su estructura institucional, uno de cuyos máximos ejemplos, la burbuja inmobiliaria, creó la falsa idea de que el consumismo desbocado era la solución a los problemas económicos ocultando la realidad de la destrucción del tejido productivo y, más aún, de la sustitución de un modelo de sociedad en la que el trabajo era un elemento de dignidad social por la cultura del “pelotazo” en el que lo importante era ganar el máximo de dinero en el menor tiempo posible, con un paro estructural y una precariedad sistemática como herramientas para disciplinar a la clase trabajadora.
Agotada esta fase, la “crisis por estafa” se revela en toda su magnitud con el aumento del paro, la veloz destrucción de las conquistas sociales y el afloramiento de toda la corrupción extendida como un cáncer durante estos años. Lo ocurrido no es lo más grave, lo más grave lo están preparando en las negociaciones secretas del TTIP.
Y en este marco la salida antisocial, centralista, autoritaria y corrupta de la crisis cobra todo su sentido, con el objetivo de apuntalar un orden social, económico e institucional que, acabando con todas las conquistas sociales y democráticas, fruto de más de 150 años de luchas logre asegurar la recuperación de la tasa de beneficios y consolidar el dominio del Capital sobre la economía y la política.
Este es el panorama con que la ciudadanía se encuentra y ha de optar por someterse o por enfrentarse. Por lo tanto, la única salida de la crisis en favor de la mayoría trabajadora tiene que tener un carácter de alternativa que presente un nuevo modelo de Sociedad. Alternativa que tiene que significar una transformación de las estructuras económicas e institucionales, que, en el caso español, implica entrar a fondo en cuestiones que están íntimamente mezcladas: a) modelo productivo, b) distribución de la riqueza, c) modelo de Estado, d) la ética pública y profundización democrática. Dicho de otro modo, la cuestión del poder económico, ligado al modelo político e institucional.
Surge así la necesidad de recuperar, en primer lugar, la democracia, y hacerlo desde la defensa de la Ética como punto de partida para cualquier alternativa, la defensa del concepto de Ética Republicana que tiene el trabajo como instrumento de valoración social.
El modelo democrático-representativo heredado de la transición, con una ley electoral tramposa y unas instituciones que funcionan a la medida del bipartidismo imperfecto dominante, se ha revelado insuficiente.
La Constitución de 1978 no afrontó el reconocimiento del carácter plurinacional y plurilingüístico del Estado y en el texto constitucional se superponen un Estado descentralizado y un Estado centralista, tal y como se refleja en un Senado que no hace las funciones de representación territorial o en la pervivencia de las provincias y las Diputaciones Provinciales.
Aquellos aspectos que de cumplirse hubieran resultado positivos, se han cuidado muy bien de que nunca se materializaran.
El modelo autonómico está agotado, y la deriva centralizadora del PP, ha reducido a las CCAA y los ayuntamientos a meros gestores de la administración pública, sin capacidad de iniciativa o transformación política y la demanda de los pueblos de ejercer el derecho a la libre determinación es bloqueado por una interpretación restrictiva y centralista de la propia constitución de 1978.
La legalización por el tribunal constitucional de la reforma laboral del PP, la modificación del artículo 135 de la constitución para priorizar el pago de la deuda (generada por bancos y grandes constructoras y endosada a la clase trabajadora) y la crisis surgida por la negativa del bipartidismo a permitir que el pueblo catalán ejerza derecho a decidir, son los últimos exponentes de que en el actual marco institucional no tienen cabida las demandas sociales y políticas y se requiere plantear una alternativa que vaya más allá de simples cambios legislativos.
Se necesita un nuevo marco económico e institucional que sitúen al Estado. Y a todas las instituciones, empezando por la Jefatura del Estado, el Gobierno y las Cortes Generales, bajo el control directo de la ciudadanía y permitan iniciativas de democracia directa y participativa que rescaten lo público de los “mercados”. Y que permita, también, a los pueblos del Estado que lo demanden, ejercer el derecho a la libre determinación.
Por ello defender ahora, en abril de 2015, la República como el mejor régimen político, es una necesidad histórica, La III República es necesaria, porque sólo la República traerá consigo una verdadera ruptura y podrá permitir un Estado laico, respetuoso con las creencias y defensor de la hegemonía del poder civil, solo la República puede dar respuestas a las demandas de los pueblos del Estado que deseen ejercer el derecho de Autodeterminación.
En estos momentos, no se trata de plantear una simple reforma de la Constitución española, sino de producir un cambio profundo que posibilite organizar la actividad de modo que las necesidades y aspiraciones de la ciudadanía, desde respirar a elegir el rumbo presente y futuro de sus vidas, puedan ser satisfechas. Esto implica un proceso constituyente en el todo el Estado que tenga su reflejo en los diferentes pueblos que reivindican su derecho a ver reconocida su identidad nacional, entendiendo la plurinacionalidad como un factor positivo de un Estado democrático moderno.
La Propuesta de Estado, plurinacional, cooperativo y solidario debe basarse en la libre y voluntaria adhesión a un Pacto Constituyente, de manera que la Constitución de la República emane de una decisión de los pueblos que la conformarían.
Aquí la reivindicación republicana y la Alternativa constituyente conectan tanto con la resistencia a los recortes como con las demandas de “democracia real ya” y el reconocimiento de los pueblos a determinar su futuro.
Desde estos planteamientos quienes en el mes de junio firmamos el Compromiso Republicano, hoy vemos la necesidad de conformar una Alternativa Constituyente, que plantee construir entre todas y todos, una nueva agenda para el cambio social, conectando con el antiguo sueño republicano de un mundo en libertad y justicia, sin represión, explotación, hambre o necesidad. El viejo sueño de los derechos humanos…de todos los derechos humanos para todos y para todas.
JUNTA ESTATAL REPUBLICANA
“CONTRA EL BORBÓN, MOVILIZACIÓN”
“NO AL REY IMPUESTO”
¡¡¡VIVA LA III REPÚBLICA!!!
Ángel Pasero, periodista.
Fuente: Crónica Popular