Manolo Monereo, uno de los intelectuales de referencia de la izquierda española, ha presentado su dimisión “irrevocable” como miembro del Consejo Político Federal y como responsable de Extensión Teórica y Cultural en una carta (íntegra en PDF) dirigida al coordinador de la Presidencia Federal de IU, José Luis Centella, muy crítica con la actual cúpula dirigente, y en especial con el coordinador federal, Cayo Lara, a quien reclama que dé un paso atrás y facilite su relevo por el candidato de IU a las elecciones generales, Alberto Garzón.
En conversación con cuartopoder.es, el dirigente de IU, que tuvo importantes responsabilidades en la organización durante la etapa de Julio Anguita, afirma que presenta su renuncia no solo por un ejercicio de responsabilidad tras los malos resultados obtenidos en las pasadas elecciones, sino también porque se ha sentido “insultado, ofendido y denigrado, con continuas acusaciones de ‘podemita’, por defender lo mismo que ahora dicen defender todos: la unidad popular”.
Su salida pretende ser, además, un revulsivo dentro de la organización porque está convencido de que es urgente dar “todo el poder, sin tutelas, a quien debe protagonizar el cambio en IU, Alberto Garzón, que no puede seguir siendo solo el candidato, sino que debe ser el coordinador efectivo de la organización”. Para ello considera imprescindible “una nueva dirección política en torno a él y un paso atrás de la actual dirección, que está muy debilitada y que hasta el último momento se posicionó en contra de la unidad popular”.
Explica a este periódico que Garzón debe actuar sin ataduras porque de otra forma no será posible que lleve a cabo la “autentica revolución que IU necesita”, toda vez que, además de sacar adelante la estrategia de unidad ante las generales que él mismo formuló, tiene ante sí la decisiva tarea de refundar efectivamente IU o, “como propone Julio Anguita, en una tesis que comparto absolutamente -añade Monereo-, crear una nueva formación de carácter marxista ante el agotamiento del PCE y de IU“.
De su carta, resumida en las anteriores declaraciones, cabe destacar el siguiente extracto:
¿Tiene algún sentido que aquellos que se han opuesto a la política de unidad popular la dirijan o la tutelen? (…) IU sale de estas elecciones con una fuerte derrota política, debilitada y teniendo que hacer en poco tiempo tareas que hubiesen requerido años de preparación y, desde luego, un núcleo dirigente muy cohesionado y capaz. La cuestión central es la credibilidad. No basta solo nombrar un candidato para que ésta se obtenga. Hace falta una señal, un revulsivo interno y externo, que demuestre en los hechos, que hemos rectificado, que tenemos capacidad de aprender de la realidad y que somos autocríticos. El mensaje que tendríamos que mandar a la sociedad es concreto y preciso: queremos cambiar el país, construir la unidad popular y ponemos al frente a una persona, Alberto Garzón, que ha defendido esta estrategia desde siempre, y a un nuevo equipo dirigente coherente con esta política. Ni tutelas, ni bicefalias, ni discursos diferenciados. Dicho con más claridad, los defensores de la vieja política deben de dar un paso atrás y los impulsores de la unidad popular, los que deben organizarla y concretarla políticamente, tienen la obligación democrática de dirigir el proceso.
Sobre su futuro aclara que no se retira de la política, que continuará militando en Izquierda Unida y que seguirá defendiendo la “unidad popular, más allá de IU y también más allá de Podemos”, en cuantos espacios le sea posible, entre ellos su blog de cuartopoder Carta al Amauta.
Francisco Frechoso