En septiembre de 1987, el líder del partido Popular en Galicia, Mariano Rajoy, uno de los hombres de confianza de Manuel Fraga, recibió una llamada inesperada en su casa.
- Mariano, ya sé que os queréis cargar a Barreiro.
- Eso no es nada nuevo.
- También sabemos que estáis buscando pruebas como locos.
- Es cierto, ¿Por qué?
- Porque yo tengo una que le puede meter en la cárcel para siempre.
Aquellos días las huestes de Jose Luis Barreiro, ex vicepresidente de la Xunta de Galicia con AP, estaban muy atareadas. Barreiro había "abandonado" Alianza Popular en 1987 y fundado Unión Democráta Galega, en esos momentos ya como secretario general de Coalición Galega y en unión del Partido Socialista Galego preparaban una moción de censura para desbancar de la presidencia del Gobierno Autónomo de la Xunta al médico Gerardo Fernandez Albor, uno de los hombres de Manuel Fraga. De ahí el interés de Fernández Albor y su delfín Mariano Rajoy en obtener información capaz de descabalgar a Barriero del poder y de sentarlo en el banquillo de los acusados del Tribunal Superior de Justicia de Galicia por prevaricación y cohecho en un turbio asunto: la adjudicación del "Juego de Boletos" a la empresa Sociedad General de Juegos de Galicia.
La llamada se produjo en esas circunstancias, y sin saber lo que en realidad iban a entregarle Mariano Rajoy tomó el primer avión y se desplazó hasta Madrid. La dirección que le habían indicado correspondía a la de un despacho de la calle Galileo, Allí se iba a entrevistar horas más tarde con un personaje cuyo nombre le resultaba ya familiar a través del expediente de concesión del "Juego de Boletos" de Galicia.
Según la versión del Partido Popular, esa persona era el empresario Carlos Olano, a quien Barreiro había adjudicado el monopolio de este juego de azar en Galicia, que figuraba como socio de Javier Rosón, hermano del fallecido ex ministro del Interior con la UCD, Juan José Rosón, al frente de un bufete de abogados de Madrid.
En la entrevista, el interlocutor de Rajoy le muestra una fotocopia de un documento de la Xunta de Galicia con el membrete de la Dirección Xeral de Xusticia e Gobernación. El papel, que lleva el número de registro 1.022 y está fechado el 21 de marzo de 1986, demuestra que Barreiro había concedido el "Juego de Boletos" a la Sociedad General de Juegos de Galicia. La adjudicación se había hecho sin concurso previo, sin estar aprobado el Reglamento del Juego en Galicia y cuando la empresa beneficiaria todavía no había sido inscrita.
Rajoy firma en el Libro de Oro de La Voz de Galicia antes de la entrega del Premio "Fernández Latorre" a Xosé Luis Barreiro (a la izq.) en Noviembre 2014. |
Aquel documento demostraba, por lo tanto, que la concesión del monopolio, que iba a permitir obtener unos beneficios netos anuales de unos 9.000 millones de pesetas, era una burda operación de tráfico de influencias.
El interlocutor de Rajoy tomó la palabra:
-Como ves, yo también le tengo manía a Barreiro.
- Ya lo veo. este documento es muy valioso. llevamos meses buscándolo.
- Pues es tuyo si lo quieres. Ahora, tienes que darme quinientos millones. Es el dinero que hemos perdido en la operación.
Mariano Rajoy estalló de ira.
-¿Como que quinientos millones? Me lo tienes que dar por la cara. Alianza Popular no dispone de esos fondos.
El interlocutor de Rajoy (Carlos Olano según su versión), le arrancó el papel de un manotazo.
- O quinientos millones o nada. Piénsatelo.
Poco después "casualmente" apareció en la Xunta el documento original, que sirvió para llevar a los tribunales a Barreiro.
No obstante la moción de censura promovida por el PS Galego con la ayuda de Barreiro desde Coalición Galega prosperó, Fernadez Albor tuvo que dejar la presidencia de la Xunta y ésta fue ocupada por el socialista Gonzalez Laxe con Barrreiro de vicepresidente.
La denuncia impulsada por sus ex compañeros de AP para intentar evitar la moción de censura a Fernández Albor, motivó que la Audiencia Territorial de A Coruña lo procesara en 1988 por los delitos de prevaricación y cohecho, en relación con el llamado sumario del juego, considerando que existían indicios de que Barreiro podría haber cometido dichos delitos al haber concedido una lotería instantánea a una empresa privada, la Sociedad General de Juegos de Galicia, cuando aún no había sido constituida. El Tribunal Superior de Galicia lo absolvió, aunque posteriormente la Sala Segunda del Tribunal Supremo le condenó en septiembre de 1990 a 6 años y un día de inhabilitación especial para cargos públicos no electos.
En 1988 Barreiro se vio forzado a dimitir como vicepresidente de la Xunta, en 1990 dimitió de todos sus cargos en Coalición Galega e ingresó como docente en la Universidad de Vigo, en la que permaneció cinco años, antes de concursar a una plaza en la Universidad de Santiago.
Mariano Rajoy sigue hoy en día, después de 28 años, insistiendo en que en su partido no hay corrupción, que solo existen casos aislados, cuando la realidad es que la había y la conocía desde que era Alianza Popular.