Santiago Pedraz, juez de la Audiencia Nacional, ha tenido que cerrar la investigación para esclarecer el asesinato del cámara español José Couso a manos de militares estadounidenses, durante los primeros días de la guerra de Irak.
La nueva reforma de la Ley de Justicia Universal promulgada por el PP, ha impedido que se pueda hacer justicia a este crimen. A pesar de que había tres militares estadounidenses procesados, la Ley solo puede perseguir crímenes de guerra cuando los criminales están en España.
José Couso fue asesinado en Irak el 8 de abril de 2003, cuando cubría un reportaje de la guerra de Irak para los informativos de Telecinco. Un proyectil de un carro de combate de EE.UU impactó en el piso número 15 del Hotel Palestine en Bagdad, donde se encontraba alojados varios periodistas; produciendo la muerte instantánea del periodista ucraniano Taras Protsyuk. José Couso que se encontraba filmando en el piso inferior fue herido de gravedad, y a pesar de ser trasladado a un hospital falleció mientras era operado. José Couso dejaba mujer y dos dos hijos.
El Pentágono reconoció la autoría del ataque alegando que los soldados que dispararon contra el hotel, al mando del sargento Thomas Gibson, estaban respondiendo a fuego enemigo.
A la muerte del cámara se sucedieron varias manifestaciones de repulsa ante las sedes diplomáticas de los Estados Unidos en España y diferentes acciones civiles y judiciales encaminadas a resolver la culpabilidad de los implicados. A día de hoy se siguen realizando concentraciones para pedir justicia por su muerte los días 8 de cada mes, frente a la embajada estadounidense en Madrid.
En octubre de 2005, la Audiencia Nacional abrió diligencias previas con una orden internacional de detención contra tres de los militares estadounidenses imputados. El 29 de julio de 2010, el mismo juez, Santiago Pedraz, lanza una orden de busca y captura contra los tres militares estadounidenses imputados en el caso Couso. 12 años después de la tragedia el crimen ha quedado impune gracias a la reforma que limita la Justicia Universal promulgada por el Partido Popular. Vergonzoso e indignante.