Según avanzan los acontecimientos que azotan al Partido Popular, los capos del universo franquista se sacan de la chistera el conejo de turno. En estos días el abatido, terco, parco y torpe Mariano Rajoy ha puesto en valor indiscutible, que para gobernar es preciso tener experiencia. Es decir, haber ocupado un puesto de servidor público en la Administración del Estado. El peor de los presidentes que de España han sido, confunde la cantidad con la calidad. Para él lo importante es que haya estado ejerciendo el poder con sentido común, haciendo las cosas como Dios manda y como todo el mundo sabe…
¡Pobre presidente del Gobierno de España, que no percibe que la mayoría de los españoles rechazamos de pleno su experiencia! Su experiencia es la heredada de la mafia franquista que rodeó a otro experto llamado Aznar… La presunta experiencia que salvó a España de todas las plagas, epidemias y crisis, ha sido mejorada y ampliada por elsaber hacer del protodiácono Rajoy. Su saber hacer es obedecer a los mercaderes de Europa. En contra de la inmensa mayoría de los españoles y a favor de los otros españoles que le adulan, jalean, utilizan, zarandean y manipulan, haciéndole experto en el gobierno de los caciques, corruptos, católicos trasnochados, usureros e inmorales banqueros, sin olvidar los empresarios que le han marcado la hoja de ruta de la esclavitud. Esta experiencia no la necesita ni Europa ni España.
La mafia, que está probado que nos gobierna como continuación de la dictadura y en democracia, se ha rodeado de expertos asesores que encubren su incultura, ignorancia y falta de preparación. Son de libre designación porque les consideran de su confianza. Esta confianza en sus secuaces, provoca la desconfianza que descalifica y margina a los funcionarios públicos, que han sacado una plaza por oposición y están sobradamente preparados para llevar a buen término la solución técnica de cualquier programa político de los cargos electos, en todos los puestos de la Administración del Estado. Esta experiencia es de la que habla Mariano Rajoy. Experiencia basada en los políticos electos de su partido, rodeados de asesores nombrados a dedo, de dudosa preparación salvo la adhesión incondicional al líder con obediencia debida. Una especie de subalternos impostores de la función pública, que están al servicio del partido no del Estado. Desconfiando de los funcionarios que lo son por ley y que sí están el servicio del Estado. De esta dualidad se beneficia la mafia que nos gobierna; emprendiendo una carrera perversa privatizando los servicios públicos a favor de empresarios que no conocen en qué consiste la ética y la moral, a cambio de suculentas mordidas… Palabra vulgar y grosera pero que define y califica el comportamiento de La Casta.
Mariano Rajoy ha nacido en la mentira y cada día alimenta los embustes que sus lacayos y secuaces utilizan para predicar la Buena Nueva que desde la santa sede de Génova se imparte en el cónclave de maitines.
Pedro Taracena
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