El rey Juan Carlos sufrió un traspiés que estuvo a punto de costarle un disgusto. En una de las cuatro audiencias que tuvo ayer, concretamente con los generales de División y vicealmirantes del Ejército español, el monarca, aún convalenciente de la operación de hernia discal que le obliga a llevar muletas, por poco se va al suelo. Tan sólo los reflejos de los generales que le acompañaban lo evitaron.
Durante la semana, sus audiencias se han multiplicado. En una de ellas, la que mantuvo con generales y vicealmirantes, pudo tener consecuencias nefastas para él puesto que estuvo a punto de caerse, de no ser por los reflejos de los mandos del Ejército que le acompañaban y que le sostuvieron. El rey Juan Carlos se dirigió hacia ellos para posar en la foto de familia, pero al darse la vuelta para ponerse frente a los fotógrafos perdió el equilibrio. En ese momento, los militares que lo flanqueaban, sin dejar de mirar al frente, lo agarraron por debajo de los brazos y evitaron su caída.
El monarca quiere dejar claro que está preparado para continuar con su trabajo al frente de la Casa Real. En una de las audiencias, el rey recibió al representante de ministerio Fiscal. Torres-Dulce hizo entrega de la Memoria Anual de la Fiscalía General del Estado, momento en el que Juan Carlos tuvo que apoyar la muleta entre las piernas para tener las manos libres y poder coger el memorándum.
Durante la misma jornada, el rey tuvo un encuentro con la nueva presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díez, y también con el ministro de Asuntos Exteriores de la República Portuguesa, Rui Machete, acompañado por el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, el embajador de España en Portugal, Eduardo Junco, y el embajador José Tadeu da Costa Soares.
Fuente: www.elnortedecastilla.es