El viejo refrán “más vale llegar a tiempo que rondar mil años centra nuestra atención en las “circunstancias que rodean a nuestro yo”, según manida frase de Ortega, de las que tanto depende lo que cada uno puede hacer en la vida. Muchos fracasos son consecuencia de haberse adelantado a esas circunstancias pretendiendo con un mayor impulso suplir su ausencia; muchos éxitos parecen “sencillos” pero sólo porque las circunstancias presionaban ya tanto que era imposible que no sucediera lo que tendría que haber sucedido mucho tiempo antes. Saber aprovechar esas circunstancias es un reproche justo a quienes disponiendo de ellas despilfarraron esa oportunidad.
Este fue el caso de Felipe González. No soy exagerado si digo que NUNCA NADIE en toda la historia de España se encontró con un país tan amable, pacífico y tranquilo, tan dispuesto a recuperar sus derechos sin violencia, tan desbordante de indulgencia con quienes les había privado de todo como la España que él se encontró.
No había ningún sentimiento de revancha por parte de las víctimas, sino de sensata reparación. El espíritu pacífico era tal que no recibiendo ni la décima parte de lo que merecía el pueblo, se aceptó ese diezmo con ilusión insensata. La iglesia tenía un bien ganado sentimiento de culpabilidad por más que una parte del episcopado - es la ventaja de las instituciones - presentará una cara amable que hizo olvidar tanta maldad como destilaron desde antes del 18 de julio de 1936: inducción al odio, al asesinato, al robo, al rapto de los hijos de las asesinadas y a la compraventa como si la esclavitud se hubiera vuelto a instaurar….
Los corruptos franquistas temían por la ilegitimidad de sus propiedades susceptibles de ser revocadas dado su ilegítimo origen - ¡todavía no me explico cómo se respeta el público latrocinio del Pazo de Meirás! - sin olvidarnos de todas las actuaciones criminales llevadas a cabo con muerte de ciudadanos.
Por supuesto,el “poder fáctico” del capital siguió financiando los asesinatos de Atocha, la operación Galaxia y el golpe del 23-F , que tenía también el respaldo “inmoral” del Vaticano y de los USA. Gobernada por Suárez enfrentado a su tripulación, y no nos olvidemos del armador, logró sortear los peñascos de Scilla sin caer en los de Caribdis en derrota inteligentemente que consiguió llevarla a buen puerto, ¡porque todo fue mérito suyo!
Felipe pudo acabar con los privilegios de la iglesia pero demostró ser un meapilas asqueroso; pudo limitar los privilegios de la banca y potenciar un sistema bancario popular de naturaleza social que no acabará como acabó BANKIA y tantas otras instituciones; pudo potenciar la educación pública, ¡sólo tenía que seguir el ejemplo de Francia! y España sería lo que debería de haber sido. Pero entregó al país con armas y bagajes a la corrupción generalizada bajo el lema de aquel indigno ministro Solchaga que dijo “¡Ahora es el momento para forrarse!” ¿No era el momento de la IGUALDAD, de la LIBERTAD y de la FRATERNIDAD?
No lo era ¡para ellos!; no lo fue ¡para nosotros! Ahora, en condiciones diferentes pero en circunstancias no tan inadecuadas Pablo Iglesias tiene la oportunidad de recuperar el último siglo perdido. ¿Sabrá hacer lo que debe: procurar la IGUALDAD, la LIBERTAD y la FRATERNIDAD o será otro Felipe con su Solchaga y demás gente así? Otro fracaso sería algo insoportable.
Tic-tac, tic-tac, ….
Mañana espero que las banderas republicanas dominen la manifestación del día 31.
Espero que la marea republicana inunde de morado desde Cibeles pasando por Sol al Palacio Real. Espero que los discursos anticipen un programa de gobierno: ilegalización de los desahucios, ilegalización de las preferentes y subordinadas, ilegalización de las reducciones de derechos sociales, ilegalización de la suspensión del IPREM desde hace varios años, ilegalización del re-pago y las tasas judiciales; ilegalización de las reducciones de funcionarios públicos en docencia, sanidad, justicia; persecución a los propietarios de más de un piso urbano que no esté alquilado como autores del delito de alteración de los precios del mercado al no ponerlos en alquiler/venta para mantener elevada la renta.
Si Iglesias no se atreve a reivindicar la LIBERTAD, la IGUALDAD y la FRATERNIDAD ni el TRABAJO como fundamento del cambio del sistema político acaban do con la dictadura monárquica heredera de la dictadura militar que la engendró al sistema político democrático que el pueblo necesita, ¿qué es lo que nos está ofreciendo realmente salvo otro engaño como el que nos hizo Felipe?
Alfonso J. Vázquez