El sábado 17 de Enero las Marchas de la Dignidad se reúnen nuevamente al objeto de coordinar y organizar la resistencia de las clases trabajadoras, de las personas humildes y pobres. Esta vez en Galicia, en Cangas de Morrazo.
Las Marchas de la Dignidad siendo consecuentes con su estructura de plataforma estatal, verdaderamente horizontal y descentralizada, se han venido reuniendo en lugares tan diversos como Barcelona, Bilbao, Valencia, Sevilla, Molina de Segura o el barrio de Vallecas en Madrid. Ahora Galicia en la población de Cangas, frente a Vigo.
Las Marchas de la Dignidad han demostrado no ser flor de un día y su funcionamiento continuado durante ya más de dos años así lo atestiguan. Más de dos años de movilizaciones y luchas precisamente conectadas con los sectores más populares, humildes y castigados por la crisis.
Las M22M son una plataforma de la clase obrera en el sentido estricto del término, pero también en el marxista. Son una plataforma de clase, integrada por sindicatos de clase, partidos políticos de clase, plataformas de personas víctimas de desahucios y de exclusión social, paro y recortes, junto a organizaciones ciudadanas solidarias y luchadoras por la justicia social, fiscal y económica. Las M22M son también un movimiento deconstituyente. La plataforma deconstituyente de la clase trabajadora.
Las Marchas de la Dignidad van a convocar nuevamente a las calles en Marzo y a una huelga General en Octubre. Sus demandas que sacaron a más de un millón de personas en Madrid, llegadas de todo el Estado, no fueron escuchadas, no han sido escuchadas. Por eso las Marchas se ven obligadas a subir el tono de las protestas. Protestas que llevan aparejadas alternativas.
La creciente desigualdad en el estado español, exige movilización. Serán tan solo los humildes los que saquemos adelante nuestro programa. Además en una plataforma ciertamente unitaria. El movimiento más unitario que hoy en día existe en el panorama político y social español. Un modelo real acerca de cómo las izquierdas se deben unir y de que las personas y organizaciones transformadoras se pueden y deben unir en torno a los problemas reales que afectan a las personas y azotan con especial saña a la clase obrera, son en mi opinión, las Marchas de la Dignidad.
Pero todavía hemos de ser más unitarios y para construir una huelga general exitosa, deberemos contar con personas, secciones sindicales y sindicatos no presentes en la estructura de las Marchas, pero a los que se les llama a trabajar conjuntamente y a olvidar una concertación que ha pasado a la historia, porque gobierno, patronal, banca privada y la oligarquía la han hecho añicos y además no la necesitan. No es posible ya el pacto social, porqué la ola neoliberal que por ahora nos domina, se ha levantado precisamente para liquidar el estado del bienestar y el pacto social. Estamos ante la dictadura de las oligarquías, de los poderosos, de las derechas.
Solo las clases populares empoderadas podrán revertir esa situación y eso exige fundamentalmente movilización. No podemos delegar exclusivamente en la política, porque sin pueblo organizado no hay capacidad de acabar con esta estafa generalizada y menos de defender los logros alcanzados. De hecho se nos están robando todas las conquistas sociales, culturales, sanitarias, educativos y en prestaciones que las luchas sindicales obreras consiguieron durante muchos años de esfuerzos y sacrificios durante gran parte del siglo XX.
Por eso en Marzo las Marchas de la Dignidad volverán a estar en las calles y en Octubre llamarán a la Huelga General. Pan, trabajo, techo. Auditoria de la deuda mal llamada pública y moratoria del pago de la misma, reconquista de todo lo usurpado al pueblo, es decir todo lo privatizado y regalado a los oligarcas.
Esa es la peor cara de la corrupción, las riquezas que unos pocos están atesorando, con el expolio de los bienes públicos, pasando a manos capitalistas, hospitales, escuelas, sistemas de transporte público, Cajas de Ahorros, empresas productivas, la energía eléctrica, el agua potable y ahora hasta espacios naturales protegidos y parques nacionales. Nada escapa a su rapiña.
Hay motivos más que suficientes para movilizarse y hace falta ya una huelga general.
Carlos Martínez, politólogo y primer secretario de Alternativa Socialista
Fuente: Socialismo 21