La XXIV Cumbre Iberoamericana de México, con la presencia de 15 de jefes de Estado de un total de 22 países que integran la región, demuestra una vez más la agonía de la propuesta que es apenas sostenida por el bloque de la Alianza del Pacifico y el Reino de España.
La Cumbre Iberoamericana celebrada el 8 y 9 de diciembre, estuvo marcada por las ausencias de referentes de la región: no asistieron los presidentes de Dilma Rousseff, Brasil; Nicolás Maduro, de Venezuela; Raúl Castro, de Cuba, Bolivia; Cristina Fernández, de Argentina y Daniel Ortega de Nicaragua.
La irrelevancia del organismo ya se había expuesto en el encuentro del 2013 que se hizo en Panamá, al que asistió la mitad de los mandatarios. En esa oportunidad la Cumbre estuvo signada por la ausencia de los líderes nuestroamericanos alineados al eje bolivariano y por el protagonismo de los Jefes de Estado que impulsan la Alianza del Pacífico.
Ante la decadencia de la propuesta iberoamericana, la secretaria general Rebeca Grynspan, intentó ocultar la debilidad con llamados a la “complementariedad”, frente a proyectos regionales con la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) o la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac).
A su vez, en paralelo el gobierno de Cuba clausuraba en La Habana la V Cumbre de la Comunidad del Caribe que busca avanzar en la integración nuestroamericano de la mano de iniciativas como la Alianza Bolivariana.
Fuente: www.noticiaspia.org