Desde el día de la introducción subrepticia por parte de Soraya Sáez de Santamaría de un artículo en la reforma de la ley de propiedad intelectual que consagraba la aparición de un canon sobre los enlaces en internet a favor de los medios de AEDE, una caduca asociación de periódicos en papel, dejé de enlazar a esos medios desde mi página. Mi práctica desde entonces ha sido muy clara: cuando se trata de contenido creado por mí, enlazo únicamente a un pdf situado en mi propio servidor para evitar enviar tráfico al medio, y destacar siempre que fuera posible el nombre del periodista con el que había hablado enlazando a su cuenta en Twitter, para dejar claro mi respeto a los profesionales que trabajan en esos medios, pese a mi disconformidad con la estúpida política de los mismos.
Por supuesto, mi página tiene una importancia completamente testimonial sobre el tráfico de los medios de AEDE, no comparable a la que puede tener un sitio como Menéame o como podría tenerla un boicot generalizado de una cantidad elevada de usuarios desde todas las páginas y redes sociales como Facebook, Twitter y Google+, pero con ello pretendía una cosa muy clara: establecer mi postura personal con respecto a una serie de medios que habían aceptado ser asquerosamente subvencionados por un gobierno corrupto y obsesionado con su imagen, que aceptaban mamar tranquilamente de la teta de la publicidad institucional, y que habían llegado a un punto de sumisión tal que incluso reemplazaban a los directores díscolos o más incómodos para ese gobierno cuando este se lo pedía. Unos medios en los que, para poder hacer carrera directiva, era preciso llevarse personalmente bien con la siniestra Soraya Sáez de Santamaría, convertida en figura omnipotente del gobierno que más ha contribuido a empeorar la calidad democrática de nuestro país desde la transición.
Soy consciente de que mi postura personal con respecto a los medios de AEDE puede provocarme problemas. Una parte de mi dedicación profesional está enfocada a la divulgación, y aunque no cobro directamente de manera habitual de ningún medio de esa asociación, es perfectamente posible que sufra represalias que pueda llegar a notar directa o indirectamente. Si eso ocurre, trataré de enfocarme a otros medios españoles no incluidos en esa asociación, que los hay y muy buenos, o en medios internacionales.
Pero más allá de mi postura personal, me parece importante exponer por qué creo que es importante boicotear a los medios de AEDE:
- Primero y fundamental, porque es COMPLETAMENTE INACEPTABLE que una asociación de medios ponga sus páginas al servicio de los intereses de un gobierno corrupto y manipulador.
- Porque la información de esos medios ya no puede ser considerada libre ni independiente: está mediatizada por su servilismo a ese gobierno.
- Porque pretender que se pague por un acto tan esencial e intrínseco a la esencia de internet como enlazar es el mayor contrasentido que existe, algo sencillamente inconcebible. El enlace es la pieza fundamental de la web, y no se le pueden imponer tasas sin romper la web. La reacción de la web ante una medida así tiene que ser el aislamiento de quienes la pretenden.
- Porque se compromete claramente la imagen internacional de España y su atractivo para la inversión en empresas de internet.
- Porque hay que estar sistemáticamente en contra de todo canon que pretenda nutrirse de la red para beneficiar a quienes no saben adaptarse a ella. Estuvimos en contra del canon de la SGAE, seguimos estando en contra de que se use el dinero público de los presupuestos generales que pagamos todos para “compensar” a las discográficas, y estamos en contra de este nuevo pseudo-impuesto que supone el canon AEDE. Un canon que, no lo olvidemos, se quiere poner en función de las pérdidas de cada medio: cuanto más inútiles sean en internet, más van a poder ganar.
- Porque hacer destinatarios de ese canon únicamente a los medios de esa asociación es completamente arbitrario y no tiene sentido ninguno, más allá de satisfacer la obsesión del gobierno con los medios de papel. La propia AEDE ha reconocido que “la ley está hecha para ellos“, subrayando claramente el nivel de corrupción de un gobierno que legisla en función de lo que le dice el lobby de turno.
- Porque un canon “obligatorio e irrenunciable” es incompatible con el hecho de que existan medios y páginas que utilicen licencias abiertas, como las Creative Commons, cuyo uso esespecialmente relevante en el contexto español.
- Porque no se puede ser sumiso ante medidas como estas. En otros países, tras comprobar los efectos perniciosos de este tipo de leyes, los medios han rectificado su posición.
- Porque la situación genera una contradicción absoluta: no se puede llenar las páginas de botones que solicitan la colaboración de los usuarios para que compartan sus noticias, y después venir quejándose de que su información es compartida en otros sitios. La contradicción es tal, que la inmensa mayoría de los responsables de las ediciones electrónicas de los diarios de AEDE están en contra de esta medida.
- Porque la postura más lógica ante quienes pretenden “cambiar la red” para que funcione a su antojo es bloquearlos y aislarlos. Si la web no te gusta, eres muy libres de irte. El boicot es una reacción lógica a unos medios que pretenden que “su información es solo suya y no puede compartirse sin pagar”.
La resistencia ciudadana es fundamental a la hora de cambiar las cosas. Un boicot no es ningún tipo de mecanismo antidemocrático: es precisamente lo contrario, la expresión de la voluntad de los ciudadanos ante lo que consideran injusto, ante las medidas que sus supuestos representantes en un país supuestamente democrático toman en contra de sus intereses y para favorecer a una minoría. En este caso, es aún peor: se trata de un boicot para proteger la calidad democrática y el derecho a la información, por encima de los intereses de lobbies fosilizados y corruptos.
¿En qué consiste exactamente un boicot? Básicamente, en ignorar a los medios de AEDE en la red. No visitarlos, no enlazarlos y no citarlos. Dejar de seguirlos, si es que lo hacías, en redes como Twitter, Facebook o Google+, hasta el punto de que noten claramente la caída en su número de seguidores. Si necesitas ayuda para recordar no visitarlos o para evitar entrar por error, puedes utilizar este plugin para Chrome o para otros navegadores y plataformas. No lo olvides: a veces, las medidas de presión pueden llegar a cambiar las cosas.
Únete al boicot. Deja de consumir medios de la asociación que reúne a los periódicos más viejunos, caducos y mediatizados de nuestro país, y sobre todo, deja de enlazarlos o compartirlos. Aunque el reto sea complejo considerando que los medios de AEDE han llegado incluso a negar que el boicot de AEDE les hubiese afectado lo más mínimo, intenta que lo noten, que vean bajar sus cuentas de suscriptores en redes sociales, que sientan el desprecio de quienes les recriminamos haber abandonado el periodismo para caer en el más asqueroso clientelismo, en la connivencia gubernamental a cambio de favores y dinero, a cambio de convertir en ley lo que jamás debería ser ley. Consume otros medios. Infórmate por otras vías. Los primeros días es posible que te encuentres raro, pero se te pasará a medida que vayas encontrando alternativas. Hay muchas y muy buenas alternativas, sea cual sea la orientación de la línea editorial que prefieras consumir. Ya lo verás.