El 21 de octubre de 2012, el día que los gallegos concedieron a Alberto Núñez Feijóo su segunda mayoría absoluta consecutiva, parece ser que hubo delito electoral por parte del PP.
La juez Piñeiro que instruye una denuncia por presunto delito electoral que presentó en su día Esquerda Unida (EU) y que ahora ha motivado la imputación de cuatro miembros del PP, el citado Iravedra —que es además consejero de RTVG— , la exconcejal lucense Teresa Taboada y los militantes Benigno Gómez Abal y Serafín Rodríguez Rodríguez.
Los cuatro militantes del PP fueron identificados junto a varias monjas, empujando hasta la puerta del colegio electoral las sillas de ruedas de varios internos en el asilo San Roque que llevaban los sobres con la papeleta en la mano.
Los ancianos fueron examinados por el Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga) que emitió los informes al juzgado y donde consta que una de las mujeres, de 88 años tiene “demencia en estadio leve moderado” con “alteraciones de memoria y cognoscitivas en rango importante” y “capacidades ejecutiva y juicio crítico muy limitadas”. Otra, señora de 86 años entonces, padece “demencia de perfil alzhéimer”. Una más, de 88 años, “atrofia cerebral” con “un deterioro cognitivo funcional importante en contexto de demencia senil”. Una quinta anciana identificada falleció hace un año. En el momento de las elecciones ya era centenaria y la juez no fue capaz de tomarle declaración en su día porque “no oye nada”, según atestigua el acta judicial.
Durante sus investigaciones, la juez acudió a la residencia a tomar declaración a más de 50 ancianos. La mayoría afirmó que llevaba ya la papeleta desde el asilo. Varios de ellos aseguraron que emitieron su sufragio libremente y, en algunos casos, que les acompañaban familiares suyos. Otros ofrecieron versiones distintas. La más común, que no recuerdan las elecciones ni si acudieron a votar. Una mujer admitió que había emitido su sufragio, pero fue incapaz de precisar más porque “no prestó atención”. Otra, de 84 años, es de las que no recuerdan haber ido al colegio y, según el acta judicial, cuando la juez estaba interrogándola preguntó si iban a ir a depositar el voto en ese momento. Un hombre de 85 años confesó que había votado por “sus amigos y parientes de su pueblo”. Otro más, de 81, indicó que fue “con más gente” y que “no votó a quien quiso”, aunque “no recuerda cómo hizo”. Un hombre que tiene ahora 90 años declaró que había votado, “pero que no le hizo falta votar más”.
José Hermida
Fuente: www.elpais.com
Fotografías: Socialistas de Navia