Cayo Lara: "El PP retuerce la democracia"

Aquel episodio era el preludio de una ofensiva que habría de tomar cuerpo y volumen con la reciente reforma perpetrada por el Partido Popular que preside en Castilla-La Mancha María Dolores de Cospedal, materializando el mayor pucherazo electoral de la democracia con la drástica reducción de escaños en el Parlamento de aquella comunidad. Es esta una reforma —a la que me atrevo a calificar de inconstitucional—, que llegaron a unas Cortes que ya eran las menos democráticas de España a efectos de representatividad, unas Cortes que ya eran las que tenían menos escaños por provincia, menos escaños por población y menos escaños por territorio, y a la que ahora se ha situado en el ridículo, en el esperpento antidemocrático.

Lo cierto es que Castilla-La Mancha se ha convertido en el laboratorio de ensayos involucionistas del PP, y este apaño antidemocrático nos avisa también de los planes del PP para trocear en múltiples circunscripciones la Comunidad de Madrid –también se habla de volver a trocear Murcia, que pasaría de las cinco actuales a al menos siete, pudiendo llegar incluso hasta 15 circunscripciones-, en lo que pueden suponer otros nuevos capítulos de regresión democrática. El partido de Aguirre, Cospedal y Rajoy no va a parar a la hora de imponer estas acciones para intentar perpetuarse en todas las instituciones. Es una gran paradoja que todas estas maniobras se estén produciendo en la misma legislatura en la que hemos conocido los detalles de la financiación ilegal del PP, así como el hecho de haber concurrido a las elecciones con fondos ilegales provenientes de mordidas o licitaciones, lo que propició que el PP haya competido en las elecciones con muchos más recursos y de forma tramposa.

Cínicos. Retuercen la democracia y quieren mantenerse en el poder ante la imparable pérdida de votos. Por ello, no debería extrañarnos la propuesta impulsada por el presidente del Gobierno y líder del PP, Mariano Rajoy, para aprobar en solitario la reforma electoral para garantizarse la elección directa de los alcaldes aunque haya una mayoría formada por otros partidos opuesta a ellos. Claramente supone una degeneración democrática frente al actual sistema electoral municipal que es más justo. Quieren la mayoría a costa de lo que sea y mantener el régimen bipartidista porque así lo exigen los poderes económicos y financieros. El PP se ha convertido en un problema para la democracia y se comporta como una banda organizada. 

También hemos de recordar que el PP ha rechazado de forma reiterada medidas concretas para rebajar los gastos de campaña hechas por Izquierda Unida, como la de unificar en uno solo el ‘mailing’ electoral de los partidos, lo que reduciría el gasto electoral en un tercio. Lo he dicho en varias ocasiones, se trata de un Gobierno montado sobre una gran mentira, por lo que IU no será cómplice en la negociación o tramitación de estos cambios. Desde IU trasladaremos este mensaje a través de una campaña de pedagogía e información por todo el Estado para explicar a los ciudadanos qué significa el golpe de Estado institucional en el que trabaja el Partido Popular.

Ahora sabemos que cuando se convocaron las elecciones 2003 en Madrid estaba en marcha una muy afinada maquinaria de intereses políticos, financieros y mediáticos. Los sobres o las donaciones interesadas ya formaban parte del escenario político. También sabemos que tras las distintas reformas electorales que en la actualidad prepara el PP andan los señores del Ibex 35 y su demanda de garantías sobre la aplicación de los planes de ajuste, esto es, del desmantelamiento del Estado Social. Como se ve, la corrupción puede llevar muchos y variados vestidos.

Fuente: www.mundoobrero.es