Si eres un partido que ha hecho recortes, como hizo el PSOE, y luego criticas a otro partido por hacer recortes, como está haciendo el PP, puede que alguien no te entienda, que no entienda que eso sea compatible. Y si no te entienden, es posible que cada vez te voten menos. Y si eres un partido con aspiraciones de volver a gobernar, que te voten menos igual es un problema, y de los gordos. Y si además de criticar los recortes del Gobierno, resulta que tu líder formaba parte del Gobierno que recortó antes, no te extrañe que esas críticas parezcan menos creíbles. Y si la gente no te cree, es posible que cada vez te voten menos. Y si ni te entienden ni te creen, difícilconfiarán en tus alternativas contra la crisis. Y si la gente no se fía de ti, es posible que cada vez te voten menos. Y mientras los tuyos te votan menos, tus adversarios te piropean cuando dimites. Parece hasta lógico.
Jordi Évole |
El PSOE busca ilusionar en tiempos revueltos. Pero con según que tácticas parece imposible. La semana pasada, y junto a la derecha, apoyó alegremente la continuidad de la Monarquía. Eso sí, los argumentos eran de peso: «Somos republicanos, pero compatibles con la Monarquía». Anda, otra vez aparece la compatibilidad. Primero, les pareció compatible criticar los recortes del PP después de haberlos practicado, y ahora les parece compatible ser republicano y monárquico. Pues no descarto que alguien no lo entienda. A este paso, igual más de uno acaba confundiendo al PSOE con el PP. Y eso sería un problema, y de los gordos, si los socialistas pretenden regresar a La Moncloa. Si «somos republicanos», puede que algún votante socialista no entienda por qué el PSOE no secunda la idea de hacer un referendo sobre Monarquía o República. Y si no te entienden, es posible que cada vez te voten menos.
Derecho a (no) decidir
Pero esto no es todo, amigos. Aquí no acaba la compatibilidad. Ser vegetariano y comer cochinillo no es nada comparado con el dimitido Pere Navarro: logró hacer compatible el derecho a decidir con el derecho a no decidir. Repitió sin parar en campaña que era partidario del derecho a decidir, pero después aparecía votando junto a los que estaban en contra de la consulta. Un ejemplo: en el Parlament, PP y PSC votaron en contra de pedir al Congreso el traspaso de la competencia para poder convocar un referendo. De nuevo, la derecha y los socialistas fueron compatibles. No me sorprendería nada que algún votante del PSC no lo hubiera entendido. Y si no te entienden, es posible que cada vez te voten menos, con Navarro o sin él. Y si eres un partido con aspiraciones de volver a gobernar, que te voten menos igual es un problema, y de los gordos.
El socialismo está siendo compatible con demasiadas cosas, pero se olvidó de ser compatible con sus votantes. Y eso ha causado un divorcio por incompatibilidad de caracteres.
Jordi Évole
Fuente: www.elperiodico.com