Desatada campaña de criminalización contra usuarios de las redes sociales con el objetivo de recortar, una vez más, los derechos y libertades fundamentales, cambiándolos por represión. Los totalitarios, siempre dispuestos a ello, han visto en el asesinato de Isabel Carrasco una oportunidad de oro...
Desatada campaña de criminalización contra usuarios de las redes sociales con el objetivo de recortar, una vez más, los derechos y libertades fundamentales, cambiándolos por represión. Los totalitarios, siempre dispuestos a ello, han visto en el asesinato de Isabel Carrasco una oportunidad de oro...
El Gobierno estudiará cómo "poner coto" a la libertad de expresión en las redes sociales
Justicia e Interior trabajan a raíz de los comentarios publicados en los últimos días en relación al asesinato de Isabel Carrasco. La matan dos militantes del PP y el gobierno aprovecha para perseguir, reprimir y recortar libertades a la izquierda. Lo propio de cualquier gobierno totalitario, claro está. Y acompañado, como no podía ser de otra manera, por sus esbirros en la caverna mediática.
El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha avanzado hoy que su departamento y el Ministerio deJusticia van a estudiar conjuntamente cómo "poner coto" a la libertad de expresión en las redes sociales. El Gran Inquisidor, miembro del OPUS, Fernández Díaz, suma así a Gallardón a su campaña totalitaria y censora contra la libertad de expresión en las redes sociales. Lo paradójico del asunto es, como ya es conocido, que todo esto viene en relación al asesinato de una política del PP, partido al que pertenecen ambos Ministerios de la inquisición, a manos de, supuestamente, dos militantes del propio Partido Popular.
La matan ellos, la derecha, y el gobierno, en cambio, centra su estrategia en reprimir y perseguir en las redes sociales a quienes, desde la izquierda, no comulgan con el pensamiento único que estos señores nacional-católicos pretende implantar mediante el uso de todos los elementos represivos, policiales, judiciales y, en fin, al estado mismo, para la defensa de sus propios intereses ideológicos, políticos y personales.
Por supuesto, el gobierno cuenta con el apoyo de sus esbirros en la caverna mediática, quienes, a las órdenes de la estrategia represiva diseñada desde Moncloa, no han tardado en salir a pedir el recorte de tales derechos y libertades fundamentales, mezclando demagógicamente el uso de la libertad de expresión en las redes sociales con el terrorismo y otros asuntos similares, tal y como ayer mismo hiciera el Ministro al comparar los mensajes de estos días en relación al asesinato de Carrasco con el "yihadismo". Una prueba evidente es la portada de hoy del diario ABC.
Todo ello, además, poco más de una semana después de que se llevase a cabo la conocida como "Operación Araña", en la que estas mismas fuerzas antidemocráticas del estado ya consiguieron generar todo un espectáculo mediático con la detención y procesamiento judicial de más de 20 personas, acusadas de "enaltecimiento del terrorismos", "humillación a las víctimas", y otros supuestos delitos similares, mientras no han movido, ni moverán, un solo dedo para actuar contra aquellos que llaman a pegarle "seis tiros en la cabeza a Sánchez Gordillo", amenazan de muerte casi a diario a Willy Toledo o Pilar Manjón, llenan las redes con mensajes que hacen apología del asesinato de migrantes o del exterminio, que piden fusilar a los participantes en las marchas del 22-M, humillan sistemáticamente a las víctimas del franquismo o tantas otras cosas del estilo.
Porque no, el fondo de todo esto no es judicial, no. No es judicial, sino político, y no es penal, sino ideológico. No se trata de controlar las redes sociales, sino de reprimir la disidencia política y, en la medida de los posible, tomar al asalto el control de las redes sociales, uno de los pocos espacios de comunicación de masas que no está hoy en día plenamente a su servicio ideológico y de clase. Eso es muy peligroso para ellos, no pueden permitirlo. Y no hablamos, claro, del PP, sino de los poderes fácticos que gobiernan el estado en la sombra (banqueros, grandes empresarios y otros capitalistas del estilo), para los cuales el PP sirve de simple manijero y gestor de sus intereses, como también lo hacen el PSOE, CiU, UPyD, y tantos otros. Además de, por supuesto, toda la inmensidad de medios en radio, televisión, prensa escrita e internet que controlan al 100%. La libertad de expresión no puede ser otra que la libertad del dueño de la imprenta, ya se sabe.
En declaraciones en los pasillos del Congreso, pues, Fernández Díaz se refería así al debate abierto tras los comentarios insultantes publicados en los últimos días en las redes sociales a raíz del asesinato de la Diputación de León, Isabel Carrasco, y ha avanzado que estudiarán instrumentos legales "adicionales" para perseguir esos delitos.
Fernández Díaz ha considerado que ese tipo de conductas que incitan al odio y a la comisión del delito "son susceptibles de ser consideradas como tales" y deben ser perseguidas, por lo que no descarta reforzar la ley para ello si es necesario.
"Si los instrumentos legales actuales no son suficientes, vamos a estudiar la manera de abordar instrumentos legales adicionales que permitan hacer compatible la libertad de expresión y el derecho a la información con el derecho a los ciudadanos a la intimidad, el honor y a su seguridad", ha recalcado.
Fernández Díaz no tiene constancia de si la Fiscalía ha abierto una investigación sobre esta actuación en las redes sociales, aunque ha recordado la reciente operación dirigida por la Audiencia Nacional que llevó a la detención de 21 personas por apología del terrorismo y humillación a las víctimas. "No es la primera vez que hemos actuado ni va a ser la última que actuemos", ha advertido.
El titular de Interior ha dejado claro que quien establece los límites de lo que es delito son las autoridades judiciales, pero sí considera que debe abrirse una reflexión frente a actitudes que, a su juicio, deben tener un "reproche penal" o administrativo, al igual que lo tienen la incitación al odio, la violencia o xenofobia en el deporte.
En este sentido, ha hecho hincapié en que el ciberdelito y la cibercriminalidad es uno de los mayores retos y amenazas a los que hay que hacer frente y tienen también esa proyección, en la que "bajo el antifaz" o el disfraz del anonimato que dan las redes sociales, se hacen comentarios peligrosos que incitan al odio y a la comisión de delitos y pueden traer después "consecuencias drásticas para todos".
Así, ha lamentado, se ha visto en el caso del asesinato de Carrasco, en el que "cuando todavía estaba el cadáver en el suelo" ya había comentarios en las redes que producen "repugnancia" y un rechazo absoluto. Una situación que, según el ministro, debe llevar a actuar con responsabilidad, ya que "es mejor prevenir que curar".
Fuente: Agencias/Kaosenlared