El atleta avilesino Yago Lamela, de 36 años, ha sido hallado muerto en su domicilio, en torno a las 18.00, según han informado fuentes policiales
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Lamela había sufrido numerosos episodios de depresión y había estado hospitalizado. "Es una enfermedad muy normal, pero parece que siempre le ocurre a la gente que no tiene nada que hacer, pero cuando te toca, da igual... te atraviesa y no sabes como explicarlo. Yo creo que es mucho más común de lo que la gente piensa, yo creo que habría que hablar más de ello y alertar más a las autoridades sobre el tema porque es un tema social", dijo sobre su enfermedad en una entrevista con José Ramón de la Morena en 'El Larguero' en 2011.
El español poseyó el récord europeo de salto de longitud en pista cubierta con una marca de 8,56 metros y obtuvo cuatro medallas -dos platas y dos bronces- en distintos mundiales de atletismo.
Lamela había sufrido numerosos episodios de depresión y había estado hospitalizado. "Es una enfermedad muy normal, pero parece que siempre le ocurre a la gente que no tiene nada que hacer, pero cuando te toca, da igual... te atraviesa y no sabes como explicarlo. Yo creo que es mucho más común de lo que la gente piensa, yo creo que habría que hablar más de ello y alertar más a las autoridades sobre el tema porque es un tema social", dijo sobre su enfermedad en una entrevista con José Ramón de la Morena en 'El Larguero' en 2011.Lamela fue subcampeón mundial de salto de longitud y plusmarquista europeo durante 10 años, pero en los últimos años atravesó algunos episodios de depresión. Varias lesiones le apartaron del atletismo en 2009.
Esta fue la última entrevista que el atleta concedió a 'El Larguero' en 2011:
José Ramón de la Morena: ¿Cómo estás?
Yago Lamela: Pues bien, bien, mejor. Encontrándome mejor poco a poco.
J.R.M: ¿Si te miras al interior que ves?
Y.L: Pues bueno ahora mismo he cambiado, después de mi estancia y de haber pasado unos días con médicos he cambiado. Ahora tengo más fuerzas y ganas de desarrollar intereses que tengo aparte del deporte y mirando hacia adelante.
J.R.M: ¿Hay más luz en tu interior?
Y.L: Hombre, hay un poco más de luz pero todavía tengo que trabajar. Cada vez me veo con más ganas, me está apoyando mucha gente, siempre he sido una persona introvertida y he aprendido a apoyarme en gente.
J.R.M: ¿Miras hacia afuera y qué ves?
Y.L: Intento ver la parte buena de la gente y que la gente está en el mundo protegiéndose como puede de las cosas negativas, es un poco lo que veo ahora, lo que debe ser.
J.R.M: ¿Cómo se entra en una nube negra de estas?
Y.L:Lo mío venía ya de atrás, muchos años con estrés, muy estresado desde el 2004 al 2009, luego se fueron juntando otras cosas que me salieron mal, y al final cuando parece que la depresión es de otros, y eso no me puede pasar a mí, pues te ves ahí. Es una enfermedad muy normal, pero parece que siempre le ocurre a la gente que no tiene nada que hacer, pero cuando te toca, da igual...te atraviesa y no sabes como explicarlo. Yo creo que es mucho más común de lo que la gente piensa, yo creo que habría que hablar más de ello y alertar más a las autoridades sobre el tema porque es un tema social. Ahora me ha dado por ver estadísticas y cada vez hay más gente con este problema. Algo falla.
J.R.M: ¿Esos cinco días en la clínica como son?, ¿Le pierdes el respeto a la vida?
Y.L: Sin darme cuenta llegué a ese punto. Mis padres me cogieron y me llevaron allí, y me llevaron para arriba. Me trataron genial.
J.R.M: ¿Cómo es aquello?
Y.L: Como un hotelito, como unas vacaciones, no puedes tener móvil, te dan de comer, no puedes tener móvil, es una maravilla.
J.R.M: Pero un alma libre como tú..
Y.L: Al final ya tenía ganas de salir a la calle, la verdad. Mucho compañerismo, mucho afecto unos a otros. Eso fue una experiencia bonita.
J.R.M: Cuando se entra en una nube negra es porque el corazón protesta. ¿Le castigó el amor, el éxito, el trabajo?
Y.L: Un poquito de todo, me cayeron castigos por muchas bandas. Y sobre todo yo creo que el trabajo, mis proyectos que tenía de hacer cosas. Había luchado mucho esos cinco años y me quemaron muchísimo.
J.R.M: ¿Y el vértigo del éxito lo ves como un recuerdo bonito, un espejismo del pasado?
Y.L:Como una vida totalmente diferente. Yo me veo que he cambiado mucho desde entonces. A lo mejor veo una entrevista de entonces y pienso, si yo no soy así.
J.R.M: Eras muy introvertido..
Y.L: No tenía ni idea que daba esa imagen..
J.R.M: ¿Te castigó el amor mucho?
Y.L: Puede ser que de lo que menos me ha castigado.
J.R.M: ¿Y el orgullo?
Y.L: Sí, mucho, bastante.
J.R.M: ¿Es difícil el regreso del éxito a la normalidad?
Y.L: Yo es que me exigía demasiado, y eso me estresaba mucho. Poco a poco tienes que ir bajando el listón y te vuelves más realista. Yo tengo estas limitaciones y no hay más que dar.
J.R.M: ¿Empiezas a notar que ya no te admiran, que el teléfono suena de otra manera?
Y.L: No, es que el teléfono nunca ha sonado mucho...(risas).
J.R.M: ¿Si alguien tuviese síntomas parecidos a los tuyos, qué le recomendarías?
Y.L: No encerrarse en uno y traerse todo lo que la mente te dice porque en ese momento la mente no te está diciendo la verdad, sobre todo apoyarte en gente de confianza.
J.R.M: Pero te peleas con el mundo...
Y.L:Esa es la disyuntiva, pero es que no hay otra.
J.R.M: ¿Se recurre a la automedicación?
Y.L: Eso fatal, hay que buscarse profesionales y fiarse de ellos.
David Alonso: Has sido tres veces subcampeón mundial, atleta mediático y de repente por las lesiones el mundo te olvidó. ¿El éxito crea adicción?
Y.L: Hombre yo lo que echaba muchísimo de menos era la competición, el tener al público pendiente, pedir palmas, eso es algo que no voy a tener nunca más y no queda más remedio que saberlo. El éxito, un tema mediático, siempre me costó bastante. Yo era bastante tímido y eso lo llevaba con problemas, a lo mejor debí de comportarme de otra manera por entonces.
J.R.M: Cuando hay un campeonato y que tú no estás, y te animas a entrenar...
Y.L: Yo llegado un momento sabes donde estás, no me hacía castillos en el aire, mi lucha grande fue por las lesiones, pasar por operaciones, por médicos...
D.A: ¿Las lesiones te dañaron moralmente, crees que tanta lesión te hicieron más débil?
Y.L: Más débil no, pero me minaron. Yo ahora soy mayor, tengo 34 años, y las cosas no son de color de rosa. Pierdes en este ímpetu juvenil.
J.R.M: ¿Ahora que cartas estás escribiendo a tu hada madrina?
Y.L: Yo lo que quiero hacer es recuperarme del todo de esto, que creo que va a ir bien. Estaba acabando en ingeniería eléctrica, que se me fastidió estar en EEUU.
J.R.M: ¿Y lo de piloto de helicópteros?
Y.L: Eso fue anterior.
J.R.M: ¿Lo de EEUU lo podrás continuar aquí?
Y.L: Sí, es lo que voy a hacer. Me hacía más ilusión trabajar allí porque en mi campo hay más variedad de trabajos, pero bueno, acabo aquí.
J.R.M: ¿Hablas inglés?
Y.L: A little.
J.R.M: ¿El corazón comprometido, libre, hipotecado?
Y.L: Ahora mismo no, no me veo ahora mismo. Pero bueno oye, que se admiten solicitudes.
D.A: Estoy convencido que una de las cosas que más han animado a Yago es el apoyo de la gente, ¿Te ha sorprendido?
Y.L: Pensaba que no iba a trascender, hasta que llegué a casa. Hasta que ví mi página web, ahora los estoy intentado responder uno a uno.
J.R.M: ¿Cual ha sido el que más te ha animado?
Y.L: No, de otros deportistas que también al acabar su carrera deportiva lo han pasado mal. Eso sí que es una cosa parecida.
Fuente: www.cadenaser.com