Las abejas en Kenia están infectadas de parásitos al igual que sus 'primas' de EE.UU. pero, a diferencia de ellas, siguen sanas. ¿Qué lecciones podrían sacar los apicultores norteamericanos?
Las abejas en EE.UU. desde hace tiempo se encuentran bajo un serio peligro, atacadas por ácaros y parásitos, enfermedades como el virus israelí de la parálisis y sufriendo un mal misterioso llamado problema de colapso de colonias. Según la revista 'Time', los apicultores estadounidenses perdieron alrededor del tercio de sus colonias de abejas durante el invierno de 2012-2013 y que este año la situación podría ser aún peor.
Mientras tanto, en el este de África las abejas se sienten mucho mejor. Según un estudio de los investigadores de Kenia y EE.UU., las abejas en Kenia sufren algunos de los mismos problemas que sus 'parientes' en EE.UU., pero se mantienen mucho más robustas. "Me quedé sorprendido por que las abejas no manifestaran mala salud", comentó Elliud Muli, el autor principal del estudio.
Entonces, ¿que es lo que protege a las abejas kenianas? En primer lugar, apenas se encuentran con los pesticidas usados intensivamente en las granjas estadounidenses y que representan un claro peligro para los insectos. En segundo lugar, las abejas africanas generalmente permanecen en un solo lugar, mientras que los apicultores en EE.UU. las mueven a miles de kilómetros para eventos como la polinización del almendro de California. Los científicos han llegado a la conclusión de que sin esos factores adicionales de estrés las abejas de Kenia parecen capaces de prosperar, incluso en presencia de plagas peligrosas.
Otro problema serio para las abejas norteamericanas, revelado por el equipo, consiste en la falta de nutrición causada por el hecho de que los espacios salvajes, convertidos en campos de cultivo de soja o maíz, les ofrecen poca comida.
Fuente: Actualidad RT